¿Será seguro volver a las playas y piscinas en Cuba?

A medida que se aproxima el verano y el probable fin del confinamiento en Cuba, algunos turistas se preguntan sobre la posibilidad de contagio en playas y piscinas de la Isla y el resto del mundo. 

Si en algo coinciden los expertos en Turismo a nivel global es que a partir de ahora, lo que más van a exigir los turistas en los hoteles será la higiene y la seguridad de los mismos, para evitar posibles rebrotes.

Por ello, Directorio Cubano ha recopilado la información científica que ha surgido al respecto para ponerla a disposición de sus lectores.

Empezó con los surfistas, privilegiados en algunos países como España en los que se les permitió acercarse nuevamente al mar. También en la costa de California, donde la práctica del surf trajo consigo la inevitable duda: ¿es posible la transmisión del virus en playas y océanos?

De acuerdo a uno de los primeros trabajos citados sobre este particular, de Los Angeles Times, Kim Prather, una química atmosférica del Instituto de Oceanografía Scripps, de la Universidad de California en San Diego, había afirmado que era probable que las partículas virales viajaran más allá de seis pies en el aire a lo largo de las playas.

Las palabras de Prather a Los Angeles Times se esparcieron mucho más lejos y sembraron pánico. La experta fue citada diciendo: «No me metería en al agua si me pagaras $ 1 millón en este momento». Según esa teoría, el virus que causa el covid-19, podría ingresar al océano, a través de aguas residuales crudas o mal tratadas, y luego ser expulsado al aire a lo largo de toda la zona de surf.

Pero este fue solo el inicio del debate. Un blog de surfistas se hizo eco de Prather al decir que sus palabras habían sido sacadas de contexto: “Dejé en claro que este era un proyecto de investigación y que tomaría mucho tiempo saber las respuestas. Le había explicado muy bien que el SARS-CoV-2 nunca había sido detectado en el océano o en la atmósfera por nadie.”.

BBC, por su parte, trae a colación la opinión de la Organización Mundial de Salud y deja claro que dado que no existen estudios específicos de la supervivencia del covid-19 en entornos acuáticos, la OMS basa sus recomendaciones sobre el tema en las evidencias científicas recogidas para otros coronavirus. Por ejemplo, el organismo recuerda que se comprobó que el virus de la influenza moría solo cinco minutos después de estar en contacto con agua potable con un cloro residual de 0,3 miligramos por litro.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España publicó recientemente un informe en el que analiza las probabilidades de infección en estos entornos.

De acuerdo al informe firmado por seis expertos, “la principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 en playas, ríos, lagos y piscinas es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona”, por lo que básicamente habría que cumplir con las recomendaciones generales relativas a cualquier otro medio.

En el caso de las piscinas, consideran que el uso de agentes desinfectantes con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, debería ser suficiente para la inactivación del virus.

Joan Grimalt, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua de España, le explica a BBC Mundo: «Una contaminación dentro del agua es improbable, pero es mucho más improbable en agua salada o en agua de piscina».

El porcentaje de cloro que debería tener una piscina es de al menos de 0,5 miligramos por litro. «No hace falta más cloro, pero hay que asegurarse de que la piscina siempre tenga el nivel adecuado, independientemente del número de personas que esté nadando», dice el investigador.

Aunque actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2 en agua de mar, el CSIC advierte que “el efecto de dilución, así como la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral.”

Finalmente, recuerdan que la supervivencia del nuevo coronavirus en agua de ríos, lagos, pozas aguas remansadas de agua dulce y no tratada puede ser superior a la que se produce en piscinas y en el agua salada, y por tanto deben extremarse las medidas de precaución para evitar aglomeraciones, siendo éstos los medios acuáticos más desaconsejables en relación con otras alternativas.

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