La prensa del oficialismo cubano reconoció que el tope de precios a productos como el aceite de cocina o el pollo, entre otros, en Cuba, ha “espantado” los productos de las tarimas de las pequeñas y medianas empresas (Mipymes). Siguen desaparecidos, pero, ¿qué hacen los gobiernos?
No es un secreto para nadie, que las Mipymes, luego de la resolución que aprobó el tope de precios a seis productos de los que ellos expenden, comenzaron a esconder productos y venderlos por la izquierda. Se sabe, se denuncia y nada pasa.
Esta semana, el diario cienfueguero 5 de septiembre, entrevistó a vendedores privados que justificaron esta práctica. También reconocieron que el pollo y el aceite son los productos que más “desaparecen”.
El oficialismo denunció que algunos comerciantes han “escondido” mercancías, principalmente pollo troceado y aceite, lo que ha llevado a una docena de ventas forzosas de estos productos. También se han registrado ventas forzosas de productos agrícolas en varios municipios de la provincia, especialmente en la capital cienfueguera.
Tope de precios en Cuba: caso pollo y aceite
¿Qué dicen las Mipymes? Las justificaciones de los comerciantes parecen basarse en la justificación de ilegalidades y comparaciones con las Tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), que sabemos venden más caro.
Por ejemplo, argumentan que el litro de aceite, vendido en la red de tiendas recaudadoras de divisas a 3.15 MLC (equivalente a 378.00 CUP según la tasa de cambio oficial de 1 x 120 pesos), les generaría “pérdidas” al tener que reaprovisionarse en el mercado informal.
Sostienen que el precio tope aprobado de 950.00 CUP por litro se traduciría en 2.76 MLC, lo que intenta oficializar tipos de cambio dudosos y respalda la ilegalidad.
Esta resolución, que establece topes para los precios de seis productos de alta demanda, generó diversas opiniones desde el principio, especialmente entre los comerciantes del sector privado, estudiosos del tema y la población en general.
En las primeras semanas de su implementación, se han evidenciado violaciones por parte de algunos vendedores y revendedores.
Otra práctica que se evidencia desde las Mipymes es la tendencia creciente entre los vendedores a incrementar los precios de otros productos que ofrecen, con el objetivo de compensar las utilidades que solían obtener con los productos cuyos precios han sido regulados.
