Una manera de conseguir la nacionalidad española no muy conocida

Hay varias maneras de conseguir la nacionalidad española, algunas no muy conocidas y que se pasan por alto. No tendrías que depender de una Ley, como la llamada «de nietos». Te contamos una de las menos conocidas y que es efectiva como las demás.

Adquirir la nacionalidad española por posesión de estado, es un camino poco conocido, pero posible, tanto que los medios de prensa españoles, se están haciendo eco por estos días de esta posibilidad.

Como saben, la nacionalidad española conlleva numerosas ventajas, como derechos políticos plenos, la posibilidad de viajar sin restricciones por la Unión Europea, acceso a la tarjeta sanitaria europea, y facilidades para la reagrupación familiar, entre otras «maravillas».

Existen diversas vías para adquirir la nacionalidad, siendo las más comunes por origen, opción o residencia. Sin embargo, una de las formas menos conocidas y menos frecuentes es la nacionalidad por posesión de estado, que es igual de efectiva que las anteriormente mencionadas.

Cómo conseguir la nacionalidad española

¿Cómo conseguir la nacionalidad española por posesión de estado? Este método se refiere a una situación particular donde una persona ha poseído y utilizado la nacionalidad española durante al menos diez años de forma continuada, sin ser consciente de que en realidad no tenía derecho a ella.

Según el Ministerio de Justicia, para que se conceda la nacionalidad española por posesión de estado, es necesario que la persona haya actuado de buena fe, es decir, que haya usado la nacionalidad sin saber que legalmente no le correspondía, basándose en un título inscrito en el Registro Civil.

El proceso comienza con la presentación de un expediente en el Registro Civil, incluyendo el título que acredita la posesión de la nacionalidad.

Además, es imprescindible cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 23 del Código Civil, como prometer fidelidad al Rey, obediencia a la Constitución y a las leyes, y, en algunos casos, renunciar a la nacionalidad anterior.

No obstante, esta renuncia no es necesaria para ciudadanos de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial y Portugal.

Finalmente, es crucial no haber cometido infracciones mencionadas en el artículo 25 del Código Civil, como ocupar un cargo político en un Estado extranjero o haber incurrido en falsedad, ocultación o fraude durante la adquisición de la nacionalidad.

Esto garantiza que la persona ha hecho un uso de la nacionalidad de buena fe, un requisito fundamental para que se otorgue por posesión de estado.