La administración de Donald Trump ha intensificado su política de deportaciones con vuelos que ya han aterrizado en Guatemala, Brasil y Colombia. Sin embargo, podría enfrentar un gran obstáculo con los vuelos de deportación masiva a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.
¿Y si Cuba se negara a aceptar los vuelos de deportación masiva de Donald Trump? Según la prensa, el gobierno estadounidense cuenta con herramientas diplomáticas y económicas para presionar a estos países, como la suspensión de visas según la Sección 243(d) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA).
No obstante, analistas advierten que estas estrategias podrían generar consecuencias imprevistas y no garantizar el resultado esperado.
Cuba califica las deportaciones de «inaceptables»
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó las deportaciones masivas de EE. UU., calificándolas como «violentas» e «indiscriminadas».
Según Rodríguez, la política migratoria de Trump busca presionar a los gobiernos latinoamericanos. Además, Cuba reafirmó su apoyo a iniciativas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para enfrentar estas medidas.
Venezuela y Nicaragua en la mira
El asesor de Trump, Stephen Miller, declaró que Maduro debería aceptar vuelos de deportación, incluyendo a miembros de la banda Tren de Aragua. Aunque el presidente venezolano afirmó estar dispuesto a recibir a migrantes deportados, persisten dudas sobre su cumplimiento.
En Nicaragua, más de 45.000 ciudadanos están en peligro de deportación, con una cifra que podría aumentar debido a la presencia de más de 300.000 migrantes en situación irregular.
Trump podría recurrir a sanciones económicas y restricciones de visas para presionar a estos gobiernos, estrategia que utilizó con Colombia en el pasado.
Sin embargo, expertos advierten que estas medidas podrían agravar la crisis migratoria en lugar de solucionarla.
Ante la negativa de algunos países, Washington evalúa la posibilidad de deportar migrantes a México como «tercer país seguro». Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum se opone, el debate sigue abierto en cuanto a los vuelos de deportación masiva en la era de Trump.
Sin una solución integral que atienda las causas de la migración, la política de deportaciones de Trump continuará enfrentando obstáculos diplomáticos y humanitarios.
