La triplista de origen venezolano, Yulimar Rojas, dos veces campeona del Mundo en su especialidad y subcampeona olímpica consiguió recientemente batir el record mundial del triple salto, en lo que ya se ha convertido en su sitio favorito para esas sorpresas, Madrid. Rojas realizó el mejor salto de su historia, 15,43 metros bajo techo en su último intento. Atrás dejó los 15,36 de la rusa Tatyana Lebedeva, quien lo consiguió el 6 de marzo de 2004 en Budapest, Hungría.
Pero detrás de todos los éxitos de la venezolana está la sapiencia del saltador largo y campeón olímpico de Cuba, Iván Pedroso, quien reside desde hace mucho en España, exactamente en Guadalajara, la ciudad donde radica la base de entrenamiento de la venezolana Rojas.
Pedroso ha insistido en la mejora de la técnica de su alumna, y la meta será coronarse en los Olímpicos de Tokio 2020 (eso si el coronavirus no se sigue extendiendo a nivel global y no afecta los juegos). Ella misma, Yulimar, ha dicho que se ha propuesto «ser más aguerrida, echarle más coraje» a este año olímpico.
Pedroso entrena desde hace años en Guadalajara a un grupo de atletas de elite que incluye también al portugués Nelson Évora, campeón olímpico de triple en Pekín 2008. Este año, para el mitin de Madrid, Pedroso también entrenó a la cubana Liadagmis Povea, y esta finalmente terminó segunda en la competición con 14,52. Tercera quedó la portuguesa Patricia Mamona, con 14,28.
Rojas además de este reciente record mundial, es autora de la segunda mejor marca de la historia (15,41, el 6 de septiembre de 2019 en Andújar). Rojas se había estrenado este año bajo techo con su mejor registro: 15,03 en Metz, Francia, pero ahora en su último intento lo consiguió todo. Ella misma no se lo podía creer.
«De verdad que no me lo creo, estoy en estado de ‘shock’. No creo que haya hecho récord del mundo. Es tan indescriptible la emoción. Cuando llegue a casa, voy a llorar porque esto es lo que desea cualquier atleta y hoy lo hemos conseguido», ha terminado por decir a la prensa.
Pedroso, el hombre historia del atletismo cubano en el salto largo, lo había vaticinado. “Es una atleta muy sencilla, muy humilde, su fuerte es su forma de ser, es lo que la va a hacer muy grande. No se le va a subir el oro a la cabeza, aquí estoy yo para eso», decía en 2017. Y lo ha conseguido.