«Ahora sí se acabó el abuso»: Gobierno topa el precio del arroz

Los suministros de la cuota siguen atrasados y la marcada escasez de arroz que sacude a las familias del país ha obligado al gobierno a tomar otras decisiones. Este es el precio máximo al que se podrá vender el alimento.

El gobierno cubano fijó en 155 CUP el precio de la libra de arroz en Camagüey, lo que provocó un desabastecimiento inmediato en los mercados estatales y privados. La medida, impuesta por el Consejo de la Administración, ha generado rechazo entre comerciantes y consumidores, ya que los vendedores consideran que el precio no cubre sus costos y prefieren retirar el producto antes que venderlo con pérdidas.

Comerciantes en crisis y arroz fuera del alcance de muchos

La regulación ha llevado al cierre de varios puntos de venta, mientras el arroz sigue disponible en el mercado informal a precios superiores a 250 CUP por libra. En lugar de beneficiar a la población, el control de precios ha alimentado la especulación y la escasez.

Las autoridades han advertido sobre un aumento en las inspecciones para hacer cumplir la medida, amparadas en el decreto Ley 35 de 2024, que regula la concertación de precios. Sin embargo, la respuesta del sector privado ha sido resistirse a vender el producto en condiciones que consideran insostenibles.

Escasez agravada y aumento del mercado negro

El arroz es un alimento esencial para los cubanos, y su desaparición de los establecimientos oficiales ha obligado a muchos a buscarlo en el mercado negro, donde los precios son inalcanzables para una gran parte de la población.

Además de los controles de precios, la crisis de abastecimiento también ha afectado la distribución de la canasta básica normada. En Sancti Spíritus, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) informó que en febrero solo entregaría dos libras de arroz por persona, pese a que desde diciembre se debían distribuir cinco. También se han reportado retrasos en la entrega de azúcar y chícharos.

Corrupción y fallos en la producción

El control de precios ha fomentado la corrupción dentro del sistema. Inspectores y funcionarios encargados de hacer cumplir la normativa muchas veces terminan beneficiándose, permitiendo ventas ilegales a cambio de sobornos o revendiendo productos en el mercado informal.

A pesar de que en 2024 el país importó más de 407,000 toneladas de arroz por un valor de 300 millones de dólares, la cantidad sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda. La baja producción nacional y la crisis económica han hecho que Cuba dependa casi por completo de las importaciones, una estrategia insostenible en medio del déficit de divisas y la inflación descontrolada.

El salario promedio de 5,000 CUP en la isla resulta insuficiente para cubrir las necesidades básicas, y el control de precios no ha hecho más que agravar la crisis alimentaria, dejando a miles de familias en una situación aún más precaria.

Deja un comentario

Salir de la versión móvil