Las compras en tiendas virtuales y pagos de servicios online cada vez son más frecuentes en Cuba, y si bien ello ha permitido que la isla se actualice en el comercio electrónico, no cabe dudas de que existe gran desconocimiento en buena parte de los cubanos, quienes a menudo son presa fácil de estafadores.
En los últimos días se han multiplicado las denuncias a través de distintas redes sociales sobre la manera en que actúan los estafadores para acceder a las tarjetas bancarias emitidas por bancos cubanos a través de las aplicaciones Transfermóvil y Enzona, dedicadas al comercio electrónico, fundamentalmente para el pago en tiendas online, o de los servicios de electricidad, gas, telefonía, internet y otros.
Según publican este martes Granma y Cubadebate, el engaño tiene lugar cuando los estafadores fingen ser dependencias gubernamentales: “La aparición de capturas de pantalla con chats privados donde individuos se hacen pasar por instituciones cubanas exigiendo datos personales de los usuarios, incendió aún más las redes sociales, en especial Twitter, Youtube y Telegram”.
Según el artículo, lo primero que hace el estafador es ponerse en contacto con su víctima y solicitarle el número de su tarjeta bancaria para enviarle una supuesta transferencia. Una vez que esta le proporciona el número, el primero agrega esa tarjeta a su cuenta de Enzona y le solicita a la aplicación un código de verificación tal y como exige la aplicación para concluir la solicitud.
“El código que pide Enzona, se toma de las últimas operaciones que el usuario debe consultar en el cajero o a través de Transfermóvil. La numeración es el resultado “del monto de la operación (importe) y los cuatro dígitos que están ubicados después de las letras EZ”, dice la información proporcionada para activar la cuenta”, añade Cubadebate.
Todo esto lo tiene en cuenta el embaucador, quien le comunica entonces al titular de la tarjeta que ya terminó el pago. “El usuario nota que no ha recibido nada y se lo comunica. Es entonces que el individuo, en el papel de víctima, le pide que envíe una captura de las diez últimas operaciones para comprobar que la otra persona dice la verdad”, puntualiza el texto.
Entonces en la solicitud de las últimas operaciones ya figurará el código que necesita el estafador para concluir el proceso, de modo que, si el usuario le envía la captura, el embustero completará satisfactoriamente el último paso para hacerse con el control de la tarjeta y así agregarla a su cuenta.
Entonces el tramposo deberá transferir el dinero a otra tarjeta para poderse apropiar de él, y es aquí donde resultaría más fácil atraparlo, aunque se han dado casos de varias estafas, según confirmó el equipo de Enzona.
“Enzona recomienda NO ENVIAR el número de cuenta o las últimas operaciones a otra persona. Asimismo, el usuario no debe proporcionar por ninguna vía datos esenciales de su cuenta, como el PIN, la contraseña, el correo o su número de teléfono. Los usuarios deben utilizar sus datos únicamente para acceder a la plataforma www.enzona.net (compruebe siempre que el dominio coincida con el sitio oficial)”, recomienda Cubadebate.
Asimismo, recuerda que el phishing es una modalidad de fraude en el que los estafadores intentan hacerse de las contraseñas o claves de determinados servicios financieros. Para prevenirlo es importante no hacer clic sobre enlaces de dudosa procedencia o descargar archivos que hayan sido enviados por personas desconocida, pues podría tratarse de virus o programas espías que intentan robar tu información o identificación.
“Otra modalidad del phishing consiste en suplantar a alguna institución de confianza. Si recibes un correo de un banco o compañía diciendo que tienes una cuenta con ellos y que debes confirmar tus datos, tampoco hagas clic en enlaces o descargues nada. Ante cualquier duda contacta con tu banco”, concluye la publicación.
