Un grupo de clientes tuvo acceso a los precios de la tienda de 3ra y 70, que solo acepta pagos en dólares, dejando de lado la Moneda Libremente Convertible (MLC).
Este establecimiento, ubicado en La Habana, ofrece una variedad de productos alimenticios procesados, cuyos costos destacan por estar fuera del alcance de la mayoría de los cubanos.
Precios inaccesibles para la mayoría de la población
En un país donde el salario promedio ronda los 4.648 pesos cubanos (CUP), equivalentes a unos 13 USD según el cambio informal, comprar un paquete de croquetas o jamón en esta tienda representa un lujo.
Para una familia cubana promedio, el gasto de un solo producto de la lista equivale a una proporción significativa de sus ingresos mensuales.
A continuación, se incluye el listado de precios de algunos productos disponibles:
Lista de precios
Croqueta chorizo bolsa 3 x 800 gr – $2.10 USD
Croqueta casera chorizo 3 x 800 gr – $2.10 USD
Croqueta casera jamón 800 gr – $3.35 USD
Croqueta casera pollo 800 gr – $3.15 USD
Croqueta bacalao bolsa 800 gr – $3.90 USD
Bacalao salado seco (kg) – $48.00 USD
Salchicha cóctel (kg) – $4.80 USD
Salchicha Frankfurt (kg) – $4.80 USD
Carne de cerdo chopped Bravo 3 kg – $3.90 USD
Jamón Super Kilo (kg) – $4.80 USD
Mortadella criolla Bravo 1 kg – $3.90 USD
Salchichón al ajo (kg) – $3.90 USD
Chorizo en pieza Montero 1.3 kg – $6.30 USD
Jamón rápido 3 kg / 4 piezas – $7.50 USD
Yogurt probiótico 4 litros – $14.40 USD
Helado crema 3 litros – $8.10 USD
El modelo de negocio de esta tienda excluye a quienes no tienen acceso a divisas extranjeras, ya que solo acepta pagos en efectivo o tarjetas internacionales.
Esto genera una fuerte brecha social, especialmente en un contexto de inflación y depreciación del peso cubano. Las tensiones entre los asistentes al establecimiento, reportadas en los primeros días de apertura, reflejan la desesperación por acceder a productos que, aunque costosos, son escasos en otros puntos de venta.
Críticas a la política económica
Analistas y economistas cubanos han señalado que esta estrategia de recaudar dólares no resuelve los problemas estructurales del país.
Por el contrario, profundiza la desigualdad, dejando a la mayoría de los ciudadanos con opciones limitadas para acceder a productos esenciales.
El impacto de este tipo de tiendas evidencia la desconexión entre las políticas económicas estatales y las necesidades reales de la población, resaltando la difícil situación que enfrenta el cubano promedio para adquirir bienes básicos.