La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) publicó recientemente en un informe que la generación bruta de electricidad en Cuba cayó en un 26%. Todo ello, en el período comprendido entre 2019 y 2023, donde decreció de 20.705,6 gigawatts (GW) a 15.331,1 GW.
El informe, titulado «Electricidad en Cuba. Indicadores seleccionados 2023” explica que la crisis eléctrica que vive la Isla se ha agravado a partir de 2021.
A ello han contribuido las frecuentes roturas de termoeléctricas y el hecho de que la generación esté apoyada en grupos electrógenos.
Lo cierto es que, durante 2023 se registró la peor cifra de generación de los últimos cinco años en el país. Mientras, descendió a 546 la cantidad de grupos electrógenos que usan fuel oil de los 550 existentes en 2019.
Asimismo, de los 977 grupos electrógenos que usaban diésel hace cinco años, viene quedando un total 810.
¿En qué contexto se vive esta crisis?
Según las autoridades, las fuentes renovables de energía deberían ser el 24% del total en 2030. Sin embrago, solo en un 5% creció la oferta de este tipo de energía y principalmente de producción solar.
Entre tanto, también descendió un 26% el aporte de energía por biomasa de la empresa AZCUBA, a consecuencia del declive en la producción azucarera.
Pero, llama la atención que, la generación móvil, experimentó un aumento del 73%; con 2.591 Gwh en 2022, a 4.494 Gwh en 2023.
Recordemos que, dicha generación móvil se apoya en la explotación de las patanas rentadas a la empresa turca Karadeniz Holding. Sucede que, a causa de ello, aumentaron las importaciones de combustible en 2023 un 73,5% en comparación con 2022.
Esto, sin dudas, propició que ahora el país sea más dependiente de sus suministradores de petróleo. Lo cierto es que, dicho panorama evidencia la crisis plasmada en permanentes apagones que sufren día a día los cubanos.
