La comida cubana sigue ganando adeptos en Estados Unidos y se ha vuelto más popular tras el reciente Campeonato estatal de food trucks, en Kentucky. Resulta que el camión llamado 305 cubano mereció el primer lugar en la citada competencia, con presencia de otros 35 aspirantes al trofeo.
El camión cubano le debe ese peculiar nombre al código telefónico de Miami y al muy popular sandwich cubano. Los propietarios del ya famoso food truck son Jorgelina Rodríguez, de origen cubano, y Blaine “Coach” Sanborn, americano natural de Lexington.
La conocida pareja afirmó, luego de sus excelentes resultados en la competencia, que todos sus productos vienen de Tampa. “Cada pan, incluso, es de allá y contiene el más auténtico sabor cubano”.
En declaraciones a medios locales, Jorgelina Rodríguez dijo estar muy orgullosa de sus orígenes cubanos. “Quiero que todo el mundo sepa sobre la cultura cubana, ¿sabes?” En tanto, el otro propietario del food truck dijo: “casi me desmayo cuando dijeron nuestro nombre. Literalmente, ella casi tuvo que sostenerme porque no podía creer que ganáramos”.
El propio Sanborn confirmó que la idea es mostrar la herencia cubana en la ciudad de Lexington. “Así, todos los que viven en Kentucky podrán disfrutar del sabor de la Isla”.
305 cubano convertido en food truck
En un inicio, el 305 cubano era solamente un restaurante tradicional. Sin embargo, cuando comenzó a afectar la pandemia de la Covid-19 los dueños decidieron modificar sus prioridades.
Cambiaron, entonces, a la modalidad de food truck y desde hace un año les ha ido muy bien económicamente. La emprendedora pareja tiene entre sus planes abrir un centro más permanente y trabajar duro para alcanzar otros reconocimientos.
En la década de 1960 del siglo pasado surgieron los food trucks en Estados Unidos. Su objetivo inicial fue vender comida a los trabajadores de la construcción y fábricas. No obstante, a medida que el tiempo pasaba se hicieron populares en las grandes urbes e incluso otras naciones copiaron el formato.
Así no se resuelve el problema migratorio para Latinoamérica. EE.UU tendrá que sentarse con ella y mitigarlo con soluciones sociales hacia el interior del subcontinente, porque al cerrar la frontera, lo que provoca es más convulsión al sur del río Bravo que después quieren “resolver” militarmente