Un número superior a 40 millones de viajeros en Cuba dejaron de trasladarse de enero a septiembre de 2023, a través de la transportación pública. Este dato es el resultado de la comparación realizada entre los 9 meses iniciales del actual año, respecto al mismo período del 2022. La causa de esta tendencia, radica en la situación compleja que existe en este servicio. Por tal motivo, los habitantes de la isla han recurrido a los taxis particulares para moverse hacia los centros laborales, de estudio u otros sitios.
La Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), comunicó que en la etapa señalada ocurrió una reducción del 14,6% en la utilización de vehículos públicos. Sin embargo las operaciones en el sector privado, subieron al 46,6% en estos meses.
Los pasajeros que usaron ómnibus urbanos disminuyeron específicamente en 43,4 millones, ya que en los primeros 9 meses del año anterior viajaron 301,1 millones. Mientras que en el presente año se trasladaron 257,7 millones de usuarios. En este informe se recogen todos los viajes efectuados por los cubanos.
Vehículos alternativos
Otro análisis indica que en el año pasado, 64,5 millones de clientes abordaron taxis de cuentapropistas y en el 2023 aumentaron a 94,6 millones. En estas cifras se aprecia un incremento de 30,1 millones de consumidores que optaron por medios de transporte más costosos.
La atención del gobierno a la necesidad de movimiento de los residentes en la mayor de las Antillas, no es una problemática nueva. En la capital del país hay casi 900 carros estatales para la transportación de pasajeros. Más del 50% de estos vehículos, está detenido por falta de combustible y accesorios de reemplazo.
Es posible que los datos de la Onei se queden por debajo de la realidad, porque varios conductores privados ejecutan sus funciones de forma ilegal. La razón de estos servicios informales, consiste en que las autoridades han establecido tarifas fijas para los diferentes recorridos.
La mayoría de los taxis en el ámbito particular son automóviles viejos y sus piezas son caras. Por esta cuestión, los costos no están equilibrados con los precios que impone el gobierno.