Un cubano identificado en Facebook como Vámonos con Juanka, publicĂł en su muro las impresiones negativas que le dejĂł su Ăşltima visita a la cafeterĂa del Hotel Packard, en La Habana.Â
Juanka comienza recordando que luego del reordenamiento, al mantenerse las instalaciones estatales con un tipo de cambio más bajo que el del mercado informal, estas tenĂan precios más econĂłmicos que los privados. AsĂ, en los hoteles de ciudad los precios y ofertas resultaban más atractivos respecto al de los restaurantes y bares particulares.
“Poco a poco, el que tenĂa posibilidades se fue adaptando al cafĂ© a 50 pesos, a la cerveza a 180 y un sandwich cubano a 400 pesos”, rememora.
Sin embargo, al salir este viernes al hotel Packard a tomarse un cafĂ© que anteriormente le costaba casi $100 pesos, se llevĂł una desagradable sorpresa.Â
“Cuando entré al lobby y vi los nuevos precios, por poco me da una cosa, el café expreso 330 pesos, el capuchino 450, y un sandwich cubano 1400 pesos. Guardé silencio, pensé, ya no podrás venir por acá, ya no es económico, estos precios son una locura, ya no es para ciertos cubanos”, se lee en su publicación en Facebook.
Por esa razĂłn, asegura, la terraza de la instalaciĂłn turĂstica estaba desolada. Antes, reconoce Juanka, los precios no estaban al alcance de todos, pero  algunos cubanos podĂan darse “esos gusticos”.Â
“Me dio tristeza la verdad, ni yo con cierto presupuesto estoy dispuesto a pagar esa suma por un cafĂ©, ni 1400 por un pan con jamĂłn, ni los otros productos”, escribiĂł el internauta en su cuenta.Â
Altos precios en hotel estatal
El cubano Juanka continĂşa su escrito en la red social preguntándose quĂ© pasará ahora. A lo que Ă©l mismo se responde:Â
“Sencillo, ahora vuelve el consumo preferiblemente en instalaciones particulares, como antes del reordenamiento y cuando existĂa el peso convertible… Bueno, eso será mientras no siga subiendo el precio de la divisa en el mercado informal”.Â
La publicaciĂłn en Facebook del usuario Vámonos con Juanka concluye afirmando que irá a ver las ofertas en el resto de las terrazas de los hoteles de la zona. Eso sĂ, lo hará poco a poco, para que no le dĂ© un “infarto masivo”.