A pesar de las disposiciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que prohíben desde junio pasado los itinerarios de cruceros norteamericanos por aguas de Cuba, a la isla continúan llegando naves procedentes de otras naciones del orbe, como es el Hamburg, de propiedad alemana, y que este miércoles llegó a la Bahía de Jagua, en la sureña ciudad de Cienfuegos, tras su estadía en La Habana.
Administrado por la empresa Hapag Lloyd Cruises y con sus 288 pasajeros a bordo, tras zarpar de la perla del Sur, se desplazará hasta la oriental ciudad de Santiago de Cuba, donde los visitantes igualmente podrán disfrutar de los indudables atractivos de la segunda urbe cubana.
Se trata de la primera nave que llega a la isla tras iniciarse la temporada alta del turismo, que dejará menos visitantes que los que se previeron a inicios de 2019 debido al indudable impacto de las medidas de Donald Trump contra el turismo de la isla, por considerarlo una de las principales fuentes de ingresos del gobierno cubano.
Según han explicado recientemente directivos de ese ministerio la temporada cruceística se atrasó, pues esperaban comenzar las operaciones desde inicios del mes de octubre, pero, no obstante, debe incrementarse en los días sucesivos el arribo de este tipo de naves.
Según Joaquina Álvarez, al frente de la terminal cienfueguera, el venidero 15 de noviembre deben estar recibiendo al crucero griego Panorama, el cual permanecerá durante dos jornadas anclado en la Bahía de Jagua.
La pasada semana varios ejecutivos de distintas firmas de cruceros norteamericanas lamentaron en San Juan, Puerto Rico, las prohibiciones impuestas por Trump, y aseguraron que una vez tenga lugar un cambio de política en aquel país retomarán sus itinerarios en la mayor de las Antillas.
Micky Arison, director ejecutivo de Carnival, explicó que “Hay mucho apoyo en Washington a que se vuelva a abrir Cuba(…) Me cuesta trabajo entender la decisión de la administración. Básicamente, han vuelto a una política que no funcionó durante 50 años, y no veo cómo pueda funcionar ahora”.
Luego aseguró que si tiene lugar un cambio de administración en las elecciones de 2020 “volveremos a tener una oportunidad”.
“Nuestra experiencia en Cuba fue notablemente positiva”, apuntó el vicepresidente de Royal Caribbean, Adam Goldstein. “Los clientes adoraban viajar allí, y los buques tenían éxito en posibilitarles esa experiencia”.