El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reconoció que el país atraviesa un momento crítico a nivel financiero, describiendo la situación como vivir «prácticamente al día» con recursos extremadamente limitados.
Durante su discurso de cierre en el pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Díaz-Canel calificó el 2024 como un año “muy duro”, aunque aseguró que los desafíos actuales no son “insuperables”.
Crisis económica y prioridades urgentes
El mandatario afirmó que el país enfrenta una “situación casi de emergencia” debido a la escasez de divisas, alimentos, medicamentos, combustible y los prolongados apagones diarios.
Según explicó, las limitadas finanzas han obligado a priorizar decisiones urgentes para garantizar servicios básicos. Además, enfatizó la necesidad de reducir el endeudamiento externo y avanzar en la estabilización macroeconómica, apuntando a una disminución progresiva del déficit fiscal.
Díaz-Canel también destacó algunos elementos que brindan esperanza: un aumento en la producción agrícola, que podría reducir la dependencia de importaciones; avances en la generación de energía solar; y un déficit fiscal menor al pronosticado a inicios de año.
Impacto en servicios esenciales y derechos sociales
El presidente reconoció que la crisis ha afectado conquistas históricas como la sanidad y la educación universales, así como servicios básicos como el abasto de agua, la recolección de basura, el alumbrado público y la reparación de viviendas. Subrayó la importancia de proteger los derechos fundamentales de la sociedad y pidió a los militantes del PCC redoblar los esfuerzos contra la corrupción y las irregularidades.
Marcha contra Estados Unidos
Díaz-Canel responsabilizó a las sanciones estadounidenses por gran parte de la crisis y alertó sobre las posibles implicaciones del regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. Convocó a la población a una “marcha combatiente” el 20 de diciembre, que concluirá frente a la embajada estadounidense en La Habana.
La movilización tiene como objetivo rechazar el bloqueo económico y la permanencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
“El camino no será rendirse ni hacer concesiones. La respuesta es mantenernos firmes en el rumbo socialista y resistir con dignidad”, afirmó. Díaz-Canel concluyó su intervención llamando a la unidad del pueblo cubano en defensa de la soberanía del país.