Por primera vez, desde que comenzó la mal llamada Tarea Ordenamiento en Cuba, el dólar estadounidense registra una caída considerable en su tasa de cambio frente al peso cubano sin que a simple vista exista razón para ello.
Si bien con anterioridad se apreciaron oscilaciones similares, como en abril y mayo pasado, ello estuvo claramente determinado por razones objetivas. O para ser más precisos, por las expectativas que se generaron en la población a partir de elementos objetivos tales como:
- El anuncio del gobierno cubano de que comenzaría a vender divisas extranjeras a un determinado grupo de actores económicos;
- El comunicado del gobierno de los Estados Unidos referido a la facilitación de viajes a provincias de la isla y la eliminación de límites en las remesas a Cuba
Al conjugarse ambos factores se generó una ligera apreciación de la moneda nacional frente al dólar, pues muchos dieron por sentado que aumentaría la disponibilidad de dólares en Cuba, y consecuentemente bajaría la demanda. Previendo la posibilidad de tal panorama, no pocos se adelantaron a vender sus reservas de dólares antes de que bajara demasiado en el mercado informal, sin embargo, en solo unos días la divisa estadounidense retomó su tendencia alcista.
Luego, con el reinicio de la actividad de compra y venta de monedas extranjeras en las instituciones bancarias del país igual se notó una ligera oscilación en los tipos de cambio del dólar, el euro y la MLC en el mercado informal. Sin embargo, enseguida subió la marea cuando se comprendió que se trataba solo de una fachada, una maniobra poco inteligente por parte del gobierno que únicamente sirvió para disparar aún más los precios de las monedas extranjeras en el propio mercado informal.
¿190 pesos por dólar?
Hace solo dos semanas atrás el USD alcanzó un valor histórico frente al peso cubano, al cambiarse $1.00 USD por $200.00 CUP. Un techo que para muchos parecía inalcanzable.
Sin embargo, en las últimas jornadas esa tendencia alcista parece desinflarse sin que exista un motivo aparente para ello, pues, como hemos dicho la intervención del gobierno en la actividad cambiaria no solo ha sido irrelevante, sino que ha favorecido el alza.
Y por otro lado la inflación, o sea, el encarecimiento de los bienes esenciales de consumo sigue desbocada en el país. Se mantiene alta la demanda de quienes se ven obligados a comprar divisas para acceder a las tiendas en MLC, y mucho más entre quienes necesitan grandes volúmenes de dólares para emigrar de la isla a través de Nicaragua fundamentalmente.
Pareciera ser que el precio entre el dólar y el peso cubano han encontrado una suerte de equilibrio o balance casi natural, como si los propios compradores hubiesen puesto un stop, negándose a pagar el dólar americano a más de $200.00 CUP. Sin embargo, ello no podría explicarse si no fuera porque se mantiene constante otra variable: la disponibilidad de dólares y euros en el país.
Puedes consultar aquí las tasas de cambio oficiales, y las que comparte El Toque, relativas al mercado informal
O sea, si bien no existen tantos dólares en Cuba como quisiera la población y el propio gobierno, evidentemente se ha mantenido cierto equilibrio en la oferta de divisas en el mercado informal, que permite a los compradores estar en mejores condiciones a la hora de negociar o acordar (léase regatear) un precio.
Se trata, como dijimos, de una ecuación o equilibrio en el que intervienen varios factores, y ninguno de estos es ahora mismo demasiado sostenible, pues no se puede hablar de un milagro económico en el país, o un arribo considerable de visitantes a la isla (fuentes oficiales refieren que hasta agosto arribó poco más de un millón de visitantes a la isla) que ingresen cantidades considerables de divisas.
El bajón en la tasa de cambio del dólar en Cuba no debe interpretarse con demasiado optimismo, pues las previsiones y pronósticos sobre el desempeño de la economía nacional a corto y mediano plazo no pueden ser más desalentadores.
Probablemente se deba a que haya disminuido ya el número de personas saliendo del país y por ende la demanda por ese lado. Si al principio de la estampida la gente que se iba tenía muchos cup, los que nos vamos quedando no tenemos la misma cantidad y nos estamos cuidando además de tener esa moneda, comercializándolo todo en su mayoría en mlc/usd/euros. Por ejemplo, el que vende una casa para irse, no la vende en cup, sino directo en una divisa. Ya los q están vendiendo ropa y zapatos hacen lo mismo. En fin, que se está dolarizando y cada día la gente quiere saber menos del cup