El gobierno cubano ha autorizado a varias empresas extranjeras a operar en el país con una lista específica de productos y servicios que podrán ofrecer.
Según las resoluciones publicadas en la Gaceta Oficial, estas compañías tendrán la capacidad de comercializar bienes como electrodomésticos, vehículos utilitarios, alimentos, tecnología y materiales de construcción, entre otros.
Esta medida busca aliviar la grave escasez que enfrenta el mercado interno.
Detalles de los productos y empresas autorizadas
1. Jinhua Huamao Import & Export Co., Ltd. (China)
La compañía china comercializará herramientas eléctricas, manuales y neumáticas, juguetes, lámparas y artículos tecnológicos. Su enfoque estará en la venta mayorista y la prestación de servicios de posventa.
2. El Cuarto del Reguerón, S.L. (España)
Esta empresa española se centrará en alimentos como carnes, productos lácteos, frutas, hortalizas, grasas, aceites y bebidas alcohólicas. Además, suministrará insumos agrícolas y materiales para el sector de la hostelería.
3. Anscor Solution, S.A. (Panamá)
Comercializará equipos de transporte ligeros y pesados, piezas de repuesto, baterías, neumáticos, electrodomésticos, materiales de construcción y alimentos tanto para consumo humano como animal.
4. Tree Logistics LLC (Estados Unidos)
Ofrecerá servicios de transporte de carga y comercializará productos como alimentos, bebidas, productos de limpieza, electrodomésticos, herramientas para la construcción, muebles y vehículos utilitarios.
Restricciones impuestas a las empresas
A pesar de las amplias concesiones, estas empresas enfrentan limitaciones importantes. No podrán realizar comercio minorista, importar o exportar de manera directa, ni distribuir mercancías dentro del país. Su actividad estará restringida al comercio mayorista y a los servicios técnicos asociados.
Contexto económico
La llegada de estas empresas ocurre en un momento de profunda crisis económica en Cuba, con escasez generalizada de bienes básicos y tensiones en el sector privado.
La decisión de priorizar la participación extranjera ha sido criticada por emprendedores locales, quienes enfrentan restricciones que les impiden competir en igualdad de condiciones.
Aunque esta medida puede mejorar el acceso a ciertos productos, no resuelve los problemas estructurales de la economía cubana.
Sin una mayor integración de las micro, pequeñas y medianas empresas locales, el impacto en el mercado interno podría ser limitado y a corto plazo.
Esta apertura representa un intento del gobierno por atraer divisas y aliviar la crisis, pero deja dudas sobre su sostenibilidad y el beneficio real para la población en medio de un panorama económico cada vez más complejo.