El primer ministro cubano, Manuel Marrero, anunció este miércoles ante la Asamblea Nacional del Poder Popular que el país introducirá un nuevo régimen cambiario más flexible, adaptado a las condiciones de oferta y demanda, y con una tasa de cambio actualizada diariamente.
Detalles del nuevo régimen
Marrero explicó que este cambio busca competir con el mercado informal, donde actualmente se realiza la mayor parte de las transacciones de divisas. Aunque no se especificó la fecha de entrada en vigor ni el tipo de cambio inicial, el objetivo es atraer a los ciudadanos para que vendan sus divisas en el sistema bancario oficial, fortaleciendo así las reservas del Estado.
En la actualidad, Cuba opera con dos tipos de cambio oficiales:
- Para personas jurídicas, el cambio es de 1 USD = 24 CUP.
- Para personas físicas, el tipo de cambio es de 1 USD = 120 CUP.
Sin embargo, en el mercado informal, el dólar estadounidense se cambia por alrededor de $320 CUP, lo que evidencia una brecha significativa entre las tasas oficiales y las del mercado negro.
Objetivos del cambio
El primer ministro destacó que el nuevo sistema permitirá al sistema bancario competir con el mercado informal, atrayendo divisas de manera más efectiva.
Según Marrero, esta medida fortalecerá la confianza de la población en las instituciones financieras estatales, al ofrecer tasas más competitivas y transparentes.
Además, el Gobierno planea permitir que las empresas, previa autorización estatal, puedan cobrar en divisas por sus productos y servicios.
Marrero reconoció que la economía cubana ha experimentado un proceso de dolarización informal, donde los precios de muchos bienes y servicios se fijan con base en las tasas del mercado negro, incluso si se pagan en moneda nacional.
Un proceso gradual
El nuevo régimen cambiario se implementará de forma progresiva, según Marrero, y permitirá al sistema bancario estatal integrarse plenamente en el mercado cambiario, reduciendo el peso del mercado informal.
El objetivo final es garantizar que las personas puedan vender y comprar divisas en un entorno más regulado y confiable.
Con esta iniciativa, el Gobierno busca combatir las distorsiones económicas generadas por la dolarización y el mercado negro, al tiempo que enfrenta el desafío de recuperar la confianza de la población en el sistema financiero oficial.