Cuba ha dejado operativo cada uno de sus aeropuertos internacionales para la temporada alta del turismo, y ahora tiene la difícil tarea de atraer viajeros que le ayuden a mitigar la compleja crisis que atraviesa, luego de ocho meses de cierre de fronteras. El impacto del coronavirus se ha dejado sentir sobre todo en aquellos países con una fuerte dependencia del sector turístico, y ese es el caso de la economía cubana.
Ahora los turoperadores tratan de reanimar el flujo habitual de turistas hacia la isla, y la promueven como “destino seguro”, aprovechando la baja incidencia del coronavirus en el país; o apelan a novedosas iniciativas para que canadienses y europeos se decidan a venir.
Como no todos los turistas potenciales pueden darse el lujo de esquivar las preocupaciones y secuelas del coronavirus en una playa caribeña, y necesitan también trabajar para apuntalar sus economías familiares, algunas cadenas hoteleras como Meliá lanzan promociones y descuentos, y ofertan largas estadías en sus instalaciones, desde donde los huéspedes puedan realizar teletrabajo.
“Descubre nuestra nueva experiencia de trabajo remoto. Una opción perfecta para que puedas dedicarle tiempo a lo verdaderamente importante: a tus metas, a la familia, a ti mismo. Queremos ser tu nueva oficina, en un sitio absolutamente seguro para ti y los tuyos”, publica Meliá desde su web.
En realidad, no se trata de algo tan novedoso, pues varios destinos del Caribe, como Bermudas y Barbados, también han desarrollado esas iniciativas, y la cadena hotelera Hyatt la oferta en destinos como Bahamas y Costa Rica, sin embargo, en el caso de Cuba ello supone un verdadero reto dadas las dificultades con la internet en la isla, tal y como ha reconocido a AFP Francisco Camps, director general adjunto en Cuba de la cadena hotelera mallorquina.
«Para ello, un elemento obviamente importante era poder garantizar el tema de la conectividad», en un país donde la conexión a internet es a menudo lenta e inestable, explica Camps. «En los cinco (…) que hemos puesto como hoteles piloto, hemos adquirido un ancho de banda de un gigabyte», precisa el directivo.
Como el gobierno canadiense exige una cuarentena para aquellos ciudadanos que regresen del exterior, no muchos estarían dispuestos a viajar al Caribe solo por una semana. Ahora Meliá ofrece estancias largas (de dos meses como mínimo) para los turistas canadienses que quieran escapar del invierno, y seguir trabajando “desde el paraíso”, tal y como lo promociona la empresa española.
“Haremos de tu nuevo espacio de trabajo un templo de seguridad y confort. Disfruta de un entorno flexible, con la libertad que te ofrece este nuevo enfoque del trabajo a distancia. Para que descubras la inspiración donde te sientas más cómodo. Convierte la habitación en un cómodo espacio de trabajo con el mar o la ciudad como telón de fondo. La fresca brisa marina, el sonido del mar y la tranquilidad de las playas de Cuba son un paisaje perfecto para acompañar tus sesiones de trabajo”, propone Meliá a sus clientes interesados en el destino Cuba.
Pero como todavía está por probarse la aceptación de este tipo de incentivos, de momento la compañía se propone ser «realista», de modo que mantendrá cerrados en 2021 un tercio de sus 34 hoteles en la mayor de las Antillas, ya que no espera volver a la normalidad antes de «un par de años», por lo menos.
De momento, los primeros hoteles de Meliá en ofrecer la nueva experiencia de oficina remota se encuentran precisamente en los dos principales polos turísticos del país: La Habana y Varadero, en los cuales ofrecen descuentos de un 10% para aquellas estancias de 14 o más noches, mientras que para estancias de más de 21 noches los descuentos son de un 20%.
El aeropuerto de La Habana, el principal del país, reabrió el domingo 15 de noviembre, tras permanecer cerrado desde el 24 de marzo pasado, y ello se espera que facilite los vuelos regulares y conexiones con Europa, donde se encuentran algunos de los principales mercados emisores a la isla.
Antes del cierre del espacio aéreo cubano eran 60 las aerolíneas que volaban a la isla, y de momento solo 34 han solicitado volver tras la reapertura de todos los aeropuertos internacionales del país, según informaron recientemente autoridades de la Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), a la vez que admitieron que “en todo el mundo, se aprecia una disminución del movimiento de viajeros entre un 50 y un 60 por ciento en comparación con el 2019”.
No son datos alentadores: La actividad turística le reportó a Cuba 2 645 millones de dólares en 2019. Menos que lo captado en el año precedente, pero mucho más de lo que ha podido generar en este 2020, tras el cierre del espacio aéreo cubano y el comprensible desgano desde los mercados emisores.
Siendo así, y con la suma de las afectaciones en la recepción de remesas o la venta de servicios médicos, el país ha debido recortar de manera drástica sus importaciones de productos básicos. Hoy las largas colas a las puertas de los mercados, y el desabastecimiento en sus interiores, son la mejor evidencia de las tensiones financieras que padece el país, en la que muchos expertos consideran la peor crisis desde la dura década de los 90 cuando se desplomó la economía nacional tras el derrumbe del socialismo en la Europa del Este.
Por favor informenme cuando se reanudan los vuelos desde la Ciudad de México a La Habana por cualquiera de las aerolíneas establecidas.
Confío en su comunicación, saludos cordiales, Anilda.