En lo que va del año, solo dos municipios de Las Tunas, la cabecera provincial y Jobabo, han recibido frijoles como parte de la canasta familiar normada.
Esto se suma a la difícil situación de escasez generalizada que afecta a toda Cuba, y que es más aguda en la región oriental del país, si se le compara con el occidente, o La Habana en particular. En medio de las tensiones para asegurar la canasta básica, las autoridades locales buscan una solución a largo plazo. Apelan ahora a que los propios cubanos produzcan los frijoles que necesitan para cubrir la cuota mensual de la libreta de abastecimiento.
Así trascendió en las Tunas, según publica el Periódico 26, de esa provincia oriental cubana, donde la distribución del grano es crítica.
«Las proyecciones parten de una realidad compleja, expuesta por el gobernador Jaime Ernesto Chiang Vega. Hasta el momento, en lo que va de año, solo se ha vendido frijol en los municipios de Las Tunas y Jobabo, y no ha sido todos los meses», precisa el semanario.
Los cubanos reciben 10 onzas de frijoles para el mes, como parte de la canasta básica normada. Sin embargo, es uno de los alimentos que mayores irregularidades presentan.
Sin embargo, como parte de la actual distribución de la cuota de la canasta básica en muchos territorios solo se han entregado las onzas de frijol correspondientes y más ningún alimento. Una situación que igualmente indigna a los consumidores, necesitados del arroz, el azúcar, el café y otros tantos alimentos insuficientes pero indispensables.
Producción local como alternativa
Ante esta situación, las autoridades del gobierno han decidido fomentar la producción local de frijoles. Omar Yoel Pérez López, director de la Empresa Agroindustrial de Granos de Las Tunas, explicó en una reunión con dirigentes del sector agropecuario la estrategia que ya está en marcha.
El plan es convocar a los agricultores y comprometerlos en este reto: «Lo primero es identificar a los posibles productores, dialogar con ellos y comprometerlos con lo que es una necesidad y un deber moral, considerando los altos precios del frijol en el mercado internacional y la crisis económica que atraviesa Cuba».
Para garantizar las 10 onzas de frijoles a las 528 mil personas que componen la población de Las Tunas, se estima que la provincia necesita producir alrededor de 1,800 toneladas de frijoles al año.
Factores clave para el éxito
Las autoridades destacan que, aunque el reto es significativo, existen elementos a favor. Pérez López mencionó que la provincia cuenta con más de 800 sistemas de riego, la mayoría de los cuales están en buen estado técnico y cubren aproximadamente 1,735 hectáreas de tierra. Si estos sistemas se utilizan adecuadamente, y se obtienen rendimientos de entre 1.1 y 1.2 toneladas por hectárea, la producción sería suficiente no solo para satisfacer la demanda local, sino también para garantizar semillas para futuras cosechas.
Asimismo, Las Tunas dispone de una planta de beneficio de granos, aunque actualmente solo opera al 30% de su capacidad debido a la falta de materia prima. Sin embargo, el éxito del plan depende en gran medida de los agricultores, quienes deben cuidar los cultivos, nutrir las plantas y combatir plagas como la chinche del frijol negro (Brachyplatys subaeneus), detectada recientemente en otras zonas del oriente cubano.