Como es sabido hace solo unas semanas la Administración norteamericana de Donald Trump impuso nuevos obstáculos jurídicos para el otorgamiento del asilo político a los emigrantes que pretenden ingresar a los Estados Unidos. A ello se suma ahora, la silenciosa interrupción de las entrevistas para recibir nuevas solicitudes, algo que genera desesperación entre los miles de cubanos que aguardan una entrevista donde puedan demostrar el miedo creíble.
En efecto, ya hace 10 días que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas) no cita a ninguno de los emigrantes que aguarda en la frontera con México a que le llegue su turno para solicitar el asilo político.
Sin lugar a dudas son los cubanos los nacionales que mayor afectación sufren con esta interrupción sin previo aviso, pues de cada 10 latinoamericanos solicitantes de asilo en Estados Unidos, 9 son isleños.
Como es de esperar muchos de esos cubanos han denunciado lo que consideran una decisión arbitraria.
Es desesperante, tenemos que pagar renta, tenemos miedo de estar aquí en México, nos mandan dinero, pero nuestras familias también tienen necesidades, comentó a El Diario de Juárez un cubano que aguardaba en las inmediaciones del Consejo Estatal de Población (COESPO).
Según explicó Enrique Valenzuela, titular del COESPO son miles de cubanos los que aguardan por ser entrevistados. Estimamos que 5,600 números están pendientes, pero de éstos sabemos que muchos ya fueron por algún otro medio, estimamos que pudiera haber 3,600 o 3,800 personas esperando aquí en la localidad, dijo a El Diario.
Y le cabe razón, pues de un total de 17 mil 690 personas registradas, hasta hoy solo 12 mil 088 migrantes han acudido a la entrevista que realiza los EE. UU. El panorama no puede ser más agobiante para los 5 mil restantes.
Yoleksander Tamayo, otro cubano de 36 años de edad declaró que ha permanecido por más de un mes en la Ciudad Juárez. Le acompañan su esposa, una hijastra y la tía de su compañera de vida. Todos ellos aguardan el momento de su entrevista, que está previsto nada menos que para noviembre, de modo que tendrán que esperar por lo menos otro trimestre en este enclave fronterizo.
Estaba mirando el cartel allá afuera de que hace como 9 días que no llaman a nadie, desde que yo llegué acá llamaban 10 personas diarias, 12 personas, y ha sido muy muy lento. Hay que tener paciencia y esperar que Dios haga su trabajo en este caso, porque nos podemos volver locos y si nos metemos a la fuerza allá es un delito federal y complicaría las cosas, narró Yoleksander.
Ante la interrupción de las entrevistas también este joven ha dejado saber sus temores, pues como muchos otros cubanos, no le extrañaría que cesaran definitivamente, o que pudieran extenderse aún más los procesos programados. Es por ello que Tamayo, ya está buscando cualquier trabajo que le permita sobrevivir por tantos meses a él y su familia.
Hay que trabajar para sustentarnos; menos mal que aquí nos facilitan algunos documentos que nos piden para poder trabajar, explicó a El Diario.
Otro cubano, por su parte, hizo notar la desesperación de todos aquellos connacionales suyos que ahora mismo aguardan en suelo mexicano y no desean obtener un trabajo ni otro tratamiento que no sea el permiso para entrar a los Estados Unidos: Nosotros no queremos trabajar aquí, lo que queremos es ir a Estados Unidos, le quieren dar a la gente aquí los trabajos que no quiere ningún mexicano”.