Las recientes precipitaciones en Cuba han desencadenado un fenómeno sorprendente: una migración masiva de cangrejos rojos en la carretera que conecta Trinidad con la provincia de Cienfuegos.
Este evento, si bien no es inusual en la región, ha generado preocupación entre las autoridades locales, que han advertido a la población sobre los riesgos asociados y han dejado claro que estos crustáceos no son aptos para el consumo humano.
Según reportes del diario local Escambray, en los últimos días miles de cangrejos rojos, también conocidos como cangrejos zombie, han estado cruzando la vía, creando un espectáculo fascinante pero también potencialmente peligroso para los conductores y los propios animales.
A diferencia del cangrejo moro, una especie comúnmente consumida en la región, el cangrejo rojo contiene tungsteno en su caparazón, un metal pesado que podría ser perjudicial para la salud humana si se ingiere. Este hallazgo ha llevado a las autoridades a reforzar la advertencia de que estos crustáceos no deben ser consumidos bajo ninguna circunstancia.
Si bien el evento de migración de los cangrejos rojos es un fenómeno natural que despierta la curiosidad de especialistas y residentes locales, también plantea desafíos importantes en términos de seguridad vial y conservación de la vida silvestre.
Los conductores que transitan por esta ruta han reportado preocupaciones sobre el riesgo de atropellar a los cangrejos, lo que no solo amenaza la vida de los animales, sino que también puede causar daños en los vehículos, especialmente pinchazos en los neumáticos debido a las tenazas afiladas de los crustáceos.
Recomendaciones
Ante esta situación, las autoridades han emitido recomendaciones para minimizar los riesgos. Se aconseja evitar transitar por esta carretera durante las horas de mayor actividad de los cangrejos, especialmente por la mañana y por la tarde, y en caso de ser inevitable, se insta a los conductores a reducir la velocidad y a estar atentos a la presencia de estos animales en la vía.
A pesar de que el cangrejo rojo no es objeto de consumo humano, su presencia en el ecosistema es crucial. Estos crustáceos desempeñan un papel importante como fuente de alimento para otras especies terrestres y marinas, lo que resalta la importancia de su conservación y protección en el entorno natural, como la Ciénaga de Zapata, donde son una parte integral del paisaje.
Realmente eso ha sido toda la vida, tengo 58 años y cuando iba de vacaciones de pequeña y adolecente iba con mi familia a Guama, Trinidad y Cienfuegos casi todos los años, eran miles de cangrejos y llevábamos sacos y cuchillo para después consumir, eran exquisitos, y como nosotros tambien otras personas, y nunca nos sucedió nada en la salud. Pero, realmente quizás al consumirlo muy seguido si podría tener reacción, es mejor no consumirlo, además, para no afectar la fauna local.
Ante una situación similar ocurrida en un país ví que tomaron la iniciativa de cavar «pequeños túneles» que atravesaban la carretera y así se protegía la especie y se evita el molesto «pinchazo». Lo que no sé hasta qué punto el asfalto resistirá…
Al paso que vamos nos tendremos que comer al cangrejo y también al tungsteno porque no hay mucho pa escoger