En lugar de importar productos se sustituirán por otros nacionales a fin de garantizar la oferta de pasta dental, uno de los artículos de mayor escasez en los últimos años en Cuba.
La pasta dental a la que accede la mayoría de los cubanos no es la de marcas reconocidas como Colgate, Oral-B o Close-Up, que se venden en las Tiendas MLC. Estos son productos que, como es de suponer, no están al alcance de la mayoría, obligada a consumir las marcas nacionales.
La propia industria nacional ha dado a conocer ahora que con el objetivo de sustituir importaciones y asegurar la demanda interna de dentífricos empleará el carbonato de calcio cubano en nuevas formulaciones del producto.
Marcas como Denti-Fresh o Perla, que marcaron un avance respecto a la pasta granulosa que por años se embazó en toscos tubos de aluminio, ahora serán reformuladas, con el reiterado objetivo de crecerse ante las dificultades y “hacer más con menos”.
La prensa nacional lo resume así: “No cabe duda, a la pasta dental cubana le hace falta ‘pasta’, vaya, moneda dura. Por eso, sustituir la materia prima para su producción, que tanto cuesta importar, no es ‘muela’. Se ha dicho varias veces que al Sident No. 9, ingrediente que funciona como abrasivo en la fórmula de la crema, se le ha sustituido por el carbonato de calcio salido de nuestras canteras”.
El objetivo, que ahora mismo convoca a expertos y universidades del país, es aumentar la exigua producción de crema dental, que en todo el 2021 fue de solo 31 millones de tubos. O sea, el equivalente a menos de tres tubos de pasta por persona al año, en un país de 11,3 millones de habitantes según estimados de 2020.
Cada vez más parecida a la del período especial
Las innovaciones en la formulación del dentífrico nacional nos provocan un mal sabor de boca a quienes recordamos como sabía la pasta de los 90. Si bien en los primeros años del período especial los cubanos debimos acudir a la sal de cocina, o el bicarbonato de sodio para conseguir una higiene dental básica, paulatinamente se fue recuperando la asignación del producto mediante las bodegas.
Aquella pasta, también elaborada con insumos nacionales, dejó de tener sabor a menta. Hacía muy poca espuma, y se recuerda como una mezcla poco homogénea de ingredientes que se separaban sobre los maltrechos cepillos de la época.
Treinta años después la situación con la crema dental vuelve a ser una cuestión seria. Genera reuniones, y posiblemente hasta premios a la innovación como aquellos que también se entregaban en los años 90 en los fórums de ciencia y técnica.
Durante todo 2021, pero sobre todo en el 2020, las familias de la isla debieron ajustar el consumo de pasta dental a fin de ‘estirar’ las asignaciones mensuales. Contrario a lo que sucede en casi cualquier lugar del mundo, los dentífricos fueron uno de los productos más presentes en los envíos a Cuba desde el extranjero, debido a la grave escasez nacional del producto. Comprar online en las tiendas del gobierno se volvió un dolor de cabeza, pues a pesar de las consabidas dificultades en plataformas como TuEnvío, el aceite y la pasta dental han sido también de los productos más escasos.
Por qué la escasez
Directivos cubanos aseguran que detrás de la escasez de pasta dental, como de cualquier otro artículo de primera necesidad, está la imposibilidad de alcanzar una mayor producción debido al bloqueo de los Estados Unidos. Sin embargo, la realidad tiene muchas aristas.
Si bien en los mercados de otros países un tubo de crema dental de marcas reconocidas como Colgate cuesta solo algunos centavos, (precio todavía muy superior al que consiguen los inversores mayoristas) en Cuba el producto se vende por un valor 6 veces superior en las nuevas tiendas MLC. Solamente si el gobierno de la isla permitiera la apertura de pequeños mercados chinos, como los que existen en casi cualquier parte del mundo, el precio de venta de este tipo de productos sería mucho menor. Y casi de seguro no existirían los problemas de oferta que hemos sufrido en los últimos meses.
Es cierto que el bloqueo nos golpea grandemente, pero no entiendo porque los chinos que están en todas partes y que tienen relaciones excelente con Cuba no puedan invertir eso no es entendible al menos para mí que no soy experta pero tengo funcionando aún las neuronas
Aplaudo la idea planteada que se refiere a ñs idea de
«…pequeños mercados chinos…»
Yo sería más audaz, por qué no permitir que las empresas chinas tengan sus espacios en el país, donde ofertarán sus productos, todos saldríamos ganando:
* las empresas chinas, al vender sus productos,
* el pueblo al poder adquirir mayor variedad de productos de primera mano, serían muchísimo más baratos,
* el gobierno cubano, al arrendar espacios a las empresas.
Y por otra parte, los obreros podrían ser trabajadores nacionales.
Esto nos ayudaría, pero o entiendo por qué en Cuba no se implementan cosas como estas.
30 años después , si llega a pasar lo que dice el artículo, que vergüenza!!, pero , de qué me asombro ??!!
Al estado no le conviene la contratación de pequeños mercados chinos, porque dejarían de vender los productos que ellos comercializan con un precio 6 veces por encima, desangrando al pueblo trabajador que no tiene acceso a los productos de las tiendas MLC…
Pero no se porque no liberalizan la economía y dejan abrir mercados chinos que tanta falta hacen ante la imposibilidad del gobierno de importar. Es más si dejaran que los cubanos importáramos con carácter comercial a precios razonables también sería otra solución. La solución está en las manos del gobierno pero no quiere tomar acción. El silencio, la falta de decisión y la ineficiencia están matando la economía del país y por consiguiente l cubano de a pie.