Llegó a Cuba un cargamento de 790,000 barriles de petróleo ruso en medio de la crisis energética.
El tanquero Akademik Gubkin arribó este martes 18 de febrero a la costa norte oriental de Cuba con un cargamento de aproximadamente 790,000 barriles de petróleo, valorado en 55 millones de dólares. Este envío se produce en un contexto crítico para la isla, que enfrenta un grave déficit energético y apagones constantes.
Un cargamento clave pero insuficiente
El buque partió el 29 de enero desde el puerto ruso de Ust-Luga y actualmente se encuentra en las inmediaciones de la bahía de Nipe, en Holguín. No se descarta que la descarga pueda realizarse también en Matanzas o La Habana, según información obtenida por la agencia EFE a través del Instituto de Energía de la Universidad de Texas.
Jorge Piñón, especialista en energía de esa institución, destacó que el Akademik Gubkin es uno de los tanqueros más grandes que han llegado a Cuba y que su carga está cerca del límite de su capacidad, que es de 818,902 barriles.
Sin embargo, aunque este cargamento representa un alivio temporal para la crisis energética cubana, expertos advierten que no es suficiente para solucionar el problema estructural que enfrenta el país, donde el suministro de combustible sigue siendo inestable.
Rusia, Cuba y las sanciones
El Akademik Gubkin es operado por Rosnefteflot, la división de transporte de la petrolera estatal rusa Rosneft, encargada de distribuir el crudo de los Urales. Este tanquero fue incluido el 10 de enero en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, como parte de un paquete de restricciones dirigidas a la industria petrolera rusa.
Las sanciones afectan a 183 buques, incluyendo embarcaciones de la llamada “flota en sombra”, utilizada por Moscú para evadir restricciones internacionales y continuar con sus exportaciones de crudo hacia mercados estratégicos como Asia y América Latina.
A pesar de estas restricciones, Rusia mantiene sus envíos a Cuba, lo que evidencia el interés de ambos gobiernos en fortalecer sus lazos energéticos y económicos.
Caída en las importaciones de crudo ruso
Los envíos de petróleo ruso a Cuba han disminuido en los últimos años. En 2022, la isla recibió 600,000 toneladas de crudo, cifra que cayó a 200,000 toneladas en 2023 y apenas 100,000 toneladas en 2024, según datos de London Stock Exchange Group (LSEG).
Este descenso se debe a la entrada en vigor del embargo total de la Unión Europea al petróleo ruso en diciembre de 2022, que obligó a Moscú a redirigir la mayor parte de sus exportaciones hacia Asia.
Turismo por petróleo y negociaciones financieras
En un intento por fortalecer la relación con Rusia, el gobierno cubano aprobó un programa de “turismo por petróleo”, en el que empleados de Rosneft visitan la isla bajo condiciones preferenciales.
Paralelamente, en enero de este año, el embajador cubano en Rusia, Julio Antonio Garmendía, anunció que ambos gobiernos estaban negociando un crédito de 60 millones de dólares para la compra de combustible ruso, aunque no se ha confirmado si el acuerdo fue finalizado.
Un sistema energético al borde del colapso
Cuba enfrenta un déficit diario de aproximadamente 80,000 barriles de combustibles líquidos, esenciales para la generación eléctrica. Sin embargo, según Piñón, la demanda se ha reducido en 20,000 barriles diarios gracias a los envíos de México y Venezuela.
Un informe de la petrolera mexicana Pemex, presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, reveló que México exportó 500 millones de dólares en petróleo y derivados a Cuba entre enero y septiembre de 2024, según reportó el diario El Financiero.
Mientras tanto, el gobierno cubano sigue atribuyendo la crisis a la reducción de importaciones desde países aliados y ha tomado medidas para incrementar la producción de energía solar. Actualmente, esta fuente representa solo el 9% del consumo total en la isla, mientras los combustibles fósiles siguen siendo la principal fuente de energía.
Con el objetivo de aumentar la capacidad de generación renovable, Cuba ha anunciado la construcción de 100 parques solares hasta 2031, con una capacidad estimada de 2,000 megavatios.
Impacto de la crisis energética en la población
La llegada del cargamento ruso se produce en un momento especialmente difícil para Cuba. La reciente salida de la Unidad 1 de la Termoeléctrica Felton del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por una avería ha agravado aún más la situación. Se estima que la planta estará fuera de servicio al menos 20 días, lo que ha incrementado los cortes eléctricos en todo el país.
Para muchos cubanos, la crisis energética se traduce en apagones constantes, dificultades para cocinar y un aumento en el costo de vida debido a la escasez de combustible.
Mientras tanto, en redes sociales, las reacciones a la llegada del tanquero han sido diversas. Algunos ven el cargamento como un alivio temporal, pero otros dudan de que el petróleo llegue realmente a mejorar la crisis:
«Siempre que llega petróleo se dice que va a mejorar la situación, pero al final seguimos igual. ¿Dónde va a parar ese combustible?»
«Si están trayendo crudo, ¿por qué seguimos con estos apagones interminables?»
«Cada vez que descargan un buque es la misma historia. Seguimos en la misma miseria energética.»
Las autoridades cubanas no han ofrecido detalles sobre cómo se distribuirá este cargamento ni cuánto tiempo podría durar el suministro. Lo que sí es evidente es que, aunque la llegada del Akademik Gubkin alivia temporalmente la escasez, el problema estructural del sector energético en Cuba sigue sin una solución a largo plazo.