Es noticia que disminuyeron las exportaciones de pollo desde Estados Unidos hacia Cuba en el mes de julio.
Actualmente, el pollo es el producto que más se compra a Estados Unidos a nivel mundial. Este se ubica por encima de muchos otros alimentos esenciales como los lácteos, la carne de cerdo, bebidas no alcohólicas, productos para repostería y pastas.
Sin embargo, en el pasado mes de abril se reportó hasta este momento la cifra más baja en las exportaciones de pollo. Estamos hablando de que se redujo un 4.4% con respecto al mes de marzo. No obstante, la contracción mensual fue mucho mayor en las toneladas exportadas con una caída de un 14.8%.
Pero si hablamos del caso específico de Cuba, debemos señalar que las exportaciones de pollo de Estados Unidos hacia la isla no son la excepción. En tal sentido, estas exportaciones también cayeron, y a más del 10% durante el pasado mes de julio.
Lo más curioso es que este panorama tiene lugar justo después de haberse incrementado en junio el ciclo exportador.
Cifras exactas
Pero, para hablar con cifras y números palpables, el economista cubano Pedro Monreal, ofreció varias declaraciones respecto al tema.
Entre ellas destaca que las exportaciones de carne de pollo registraron en julio reducciones de 10.6% en valor y de 11.7% en las toneladas.
Estas estadísticas se derivan fundamentalmente de los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. En tal sentido, las importaciones se contabilizaron en $24398 millones de dólares, siendo inferior a los $27631 millones de dólares de junio.
No obstante, el experto en economía también expresó que existe una «creciente dependencia importadora cubana respecto al principal alimento cárnico (no mezclado) consumido en Cuba». Todo esto, a pesar de que las exportaciones disminuyeron en julio.
Por otra parte, el valor del kilogramo de pollo exportado al país en julio, de $1.23 USD tuvo un pequeño aumento mensual de 3.4%. Sobre todo si lo comparamos con el mes anterior, cuyo precio era de $1.19 USD.
De acuerdo con Pedro Monreal estos efectos se evidencian en la demanda de las Mipymes que pudieran haberse derivado de las limitaciones de la “bancarización”.
