Miami atrae inversiones tecnológicas ante ausencia de impuestos sobre la renta y otras ventajas económicas

La sureña ciudad de Miami muestra una poderosa tendencia en cuanto a la atracción de inversiones en la esfera tecnológica, y se posiciona como un emergente núcleo financiero en los Estados Unidos.

En los últimos meses lo más llamativo ha sido el interés de no pocas firmas del mundo de las tecnologías por invertir en esta urbe, y ya algunos han emplazado aquí algunas franquicias o sedes. Todo apunta a la gestación de un “tech district” o núcleo empresarial dedicado a la producción, comercialización o prestación de servicios tecnológicos y de telecomunicaciones.

La ausencia de impuestos sobre la renta, las bondades de su clima y hasta la interculturalidad que caracteriza a esta ciudad estadounidense son algunas de las ventajas que advierten quienes por estos días piensan invertir en Miami.

Se trata de una verdadera tendencia, pues cada día alguien influyente se muda a Miami y al rato lo anuncia desde Twitter, tal y como explicó Matt Haggman, vicepresidente de Beacon Council de Miami.

Tal fue el caso del socio general de Founders Fund, Keith Rabois, quien consideró que el talento tecnológico está yéndose de Silicon Valley, y que los impuestos de San Francisco están demasiado altos si se comparan con las ventajas económicas de Miami. En diciembre también se instaló Lucy Guo, de Backend Capital y quien fuera cofundadora de Scale AI.

Esta misma semana Bill Harris, cofundador de PayPal, anunció desde su perfil de LinkedIn que pensaba construir “una nueva FinTech en Miami”. Goldman Sachs o la norteña Blackstone, son otras de las compañías pioneras en esta carrera contrarreloj que pretende plantarle un paralelismo a los más importantes núcleos tecnológicos de Silicon Valley y Nueva York.

A la par, no pocos “geeks” o “techies” — en su mayoría desarrolladores, ingenieros, programadores, diseñadores, o especialistas en marketing digital—, se han visto seducidos por un ecosistema tecnológico floreciente, y que cuenta con el apoyo del gobierno.

El propio alcalde de origen cubano, Francis Suárez, ha aceptado el reto de atraer inversiones y construir en Miami una ciudad de las tecno-comunicaciones. El pasado 4 de diciembre, el inversor Delian Asparouhov, director de “venture capital” publicó en su cuenta de Twitter: “hey, chicos, ¿qué tal si trasladamos Silicon Valley a Miami?” y el alcalde Suárez no tardó en preguntar entusiasmado: “¿Cómo puedo ayudar?”.

Si bien la respuesta en un primer momento pudo parecer mera demagogia, en las semanas posteriores, el alcalde ha puesto rodilla en tierra para atraer inversionistas de todo tipo a South Beach. La idea “es que la gente desee venir a educarse aquí, quiera quedarse a vivir y trabajar aquí, comenzar su negocio, criar a sus hijos aquí”, declaró.

Más recientemente en una entrevista habló de las tremendas oportunidades que existen para quienes piensen invertir en Miami:

“Cuando tienes a Jack Dorsey llamándote, cuando Peter Thiel se acerca para almorzar, Dave Portnoy en el Ayuntamiento haciendo un #cafecitotalk, o a los Winklevoss Twins (cofundadores de Facebook) hablando sobre la posibilidad de instalar en Miami una sede de su firma de criptomonedas Gemini, entonces puedes ver que las cosas han cambiado un poco. Estamos tratando de convertir esta oportunidad en un verdadero movimiento”, dijo.

Más de doscientos expertos de Miami han formalizado un mensaje donde se regocijan con los recién llegados y aquellos por venir, pero les solicitan que “se adapten” a los principios de interculturalidad y multilingüismo de la ciudad.

Algunos se quejan, no obstante, de que todavía no existan los suficientes incentivos para materializar núcleos tecnológicos empresariales como South of Market en San Francisco o Silicon Alley en Nueva York”.

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