La calidad del helado de Coppelia en cada provincia de Cuba no deja de asombrar a quienes “se atreven” a hacer las colas. Además de pagar los altos precios de cada especialidad los consumidores no presumen de quedar satisfechos en ningún sentido.
“Le falta sabor, apenas tiene leche y de azúcar va muy flojo”, según comentó un internauta en Facebook tras salir del llamado Palacio del Helado, en La Habana. El sitio icónico de la heladería en la Isla ha quedado para recibir críticas diarias sobre el producto que ofrece.
Las tarifas se multiplicaron tras las nuevas políticas de adquisición de materias primas para la elaboración de helados. Ahora, una sola bola cuesta $50.00 CUP, valor jamás pensado hace apenas unos años atrás.
También en la popular red social, una usuaria reveló: “Yo ni me acuerdo la última vez que fui y creo que son años. Prefiero ir a la heladería de Ayestarán”. Los comentarios coinciden en que luego de la pandemia todo ha ido a peor en cuanto a la producción de helados en Cuba.
Un aspecto que causa indignación entre los clientes habituales del Coppelia capitalino es “el desvío” de helados abiertamente. Se puede notar que varias personas salen del lugar con tinas de helado, sobre todo de chocolate, sabor que no está a la venta. Parece que es un derecho exclusivo de quienes pagan mucho más “por la izquierda”. Aunque, claro, este fenómeno no es exclusivo solo de Coppelia.
Aguas pasadas…
La heladería Coppelia, situada en pleno Vedado capitalino, siempre resultó un centro de obligada visita. Desde su surgimiento contó con una capacidad para atender a más de mil personas al mismo tiempo, aspecto que fue mermando con el paso de las décadas.
En su momento cumbre trabajaron en el lugar más de 400 empleados. Ellos servían 4 mil 250 galones de helado a 35 mil clientes durante cada jornada de labor. Sus orígenes se remontan al año 1966; entonces, se ofrecían hasta 26 sabores y 24 combinaciones con dulces y galletas. Actualmente, no queda otra opción que “saborear la historia”.
Yo, Ni Para Tirarme 1 Sola Foto de Recuerdo, Me Sirve «Coppelia «.
Lo Recordaré Siempre En Mí Memoria, Como Un Lugar Apacible y Para Toda La Familia.