Mayor emigración, aumento de las tensiones políticas y desacato a las autoridades, así como un incremento de los robos, las estafas, las enfermedades infecciosas y el consumo de alcohol, son solo algunos de los aspectos que marcarán este 2021, según las revelaciones de la Letra del Año, “para Cuba y el Mundo”.
Si bien muchas de las predicciones no son nada afortunadas, en un año en que todos esperábamos mejores augurios tras los rigores del 2020, la comunidad de creyentes se encomienda a Oshún, deidad que se sincretiza con la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, para encontrar la paz y el amparo ante cualquier tormenta por venir.
Aquel axioma que reza: todo mal siempre puede ser peor, bien podría servir a los cubanos para analizar el año que recién termina, y en el cual gobernó Oshún. Valdría la pena preguntarse entonces ¿de no haber estado bajo el amparo de esta orisha cuánto peor pudo haber sido el 2020?
Ahora la reina de los ríos, los manantiales, el amor, la fertilidad y el oro seguirá protegiéndonos, como deidad acompañante del misterioso y violento Olokun, dueño de las profundidades del mar, que será la deidad que gobierne en este 2021 que apenas inicia.
¿Qué dice la letra del año de 2021?
Considerada la ceremonia religiosa más importante de Osha Ifá, el ritual se lleva a cabo desde mediados el siglo XIX, y las predicciones, advertencias y recomendaciones que de él emanan son muy esperados, tanto por los creyentes más consagrados dentro de las religiones afrocubanas, como por buena parte de la comunidad no practicante de cubanos que habitan dentro y fuera de la isla. Muchos de estos últimos siguen los mandatos de la Letra del Año como pautas de buen comportamiento que permiten atraer la dicha y la felicidad.
La Letra del año advierte que este 2021 estará signado por las enfermedades infecciosas, del sistema nervioso y de naturaleza gastrointestinal, en las cuales podría incidir la adulteración de bebidas y comidas que puedan intoxicarnos. Recomienda realizarse chequeos periódicos sobre el estado general de la salud.
Según las predicciones pudiera ser un año de desastres naturales que acarreen pérdidas de vidas humanas, y daños materiales. Nos habla también de un posible incremento de la mortalidad materno-infantil debido a inadecuados procedimientos.
En el orden social revela un incremento de los actos de “desacato a la autoridad en sentido general” y nos anuncia “incumplimientos y rupturas de convenios”. Igualmente predice un aumento de los movimientos migratorios, y de la pérdida de vidas humanas como consecuencia de la emigración ilegal.
Refiere un incremento de la deformación moral, las falsas consagraciones y las profanaciones religiosas. Podrían desatarse las estafas, los robos y asaltos a la par de un mayor consumo de bebidas alcohólicas.
Según la letra del año para 2021 se verán acrecentadas también las violaciones territoriales, jurídicas y sexuales; así como las tensiones en el orden político, social y religioso, las cuales pueden abocarnos a conflictos.
Sin embargo, como refrán del signo nos entrega aquel que recuerda: “El que ríe de último ríe mejor”, y nos recomienda inculcar desde la familia el respeto, la educación y el amor al trabajo, así como un combate a la corrupción.
Nos aconseja reforzar la puerta de la casa, planificar mejor la economía familiar y prestar especial atención a las consecuencias que tienen los favores y los compromisos. Advierte cuán importante será el respeto dentro del matrimonio y la necesidad de combatir la promiscuidad en el hogar para evitar rupturas.
Se recomienda aumentar el aseo personal, realizar las consagraciones pendientes en este año (siempre con las personas correctas), la “rogación de cabeza” empleando dos palomas blancas y llevarle ofrendas a Olokun hasta su reino, el mar. Siempre se aconseja acudir a la casa del padrino para encontrar la orientación religiosa adecuada.
A pesar de aquellas predicciones nada felices para 2021, la gran profecía para este año es Iré Ariku Oyainle Lese Orunla, que pudiera traducirse como: “Un bien de salud firme y seguro en la tierra, de la mano de Orula”.
