La nueva temporada del popular programa humorístico cubano Vivir del Cuento ha comenzado con fuerza, abordando temas que reflejan la realidad cotidiana en la isla.
En su segundo episodio, titulado Simultánea de ajedrez, Pánfilo se enfrenta a una tupición persistente en su baño, lo que le complica la posibilidad de recibir a un antiguo vecino, el ajedrecista ruso Serguei Anatoli.
El episodio arranca con Pánfilo luchando contra un problema de plomería que solía ser ocasional, pero que ahora se ha vuelto una molestia constante. Este contratiempo le impide recibir a Anatoli, quien, según cuenta, aprendió a jugar ajedrez bajo su guía durante su infancia en el barrio.
Decidido a resolver el problema, Pánfilo accede a organizar una simultánea de ajedrez en su casa, pero solo si logra destupir el baño a tiempo. Sin embargo, las cosas no salen como esperaba. Mientras busca desesperadamente una solución, su amigo Chacón sugiere que La Guapachosa, otro escenario popular en el humor cubano, sería un lugar más adecuado para el evento.
Los precios en el barrio de Pánfilo
El episodio toma un giro cómico cuando Pánfilo descubre que el precio de un líquido “alemán” para destupir el baño varía de manera absurda: 1,500 pesos en un lugar, 1,800 en otro, y al regresar al primero, el precio ha subido a 1,900 pesos en cuestión de minutos. Un reflejo satírico de la realidad que muchos cubanos enfrentan diariamente, donde la inflación y la escasez de productos básicos generan frustración y desconcierto.
A través de su característico humor, Vivir del Cuento utiliza este episodio para retratar la lucha diaria de los cubanos frente a los desafíos económicos, mostrando una vez más cómo la comedia puede ser un espejo de la sociedad y sus problemas. Con este episodio, el programa logra equilibrar las risas con una crítica sutil pero incisiva a la situación económica actual del país.