Pareciera que la causa del joven cubano Yunier García Duarte fue un hecho que logró unir a todos los cubanos que residen en los Estados Unidos, en medio de las diferencias derivadas de un año pre electoral, sin embargo, no fue tanto así.
El acto heroico de colarse clandestino en un avión le ganó la simpatía de muchos paisanos suyos de dentro y fuera de la isla, sobre todo en La Florida, pero increíblemente dentro de esa comunidad muchos no están de acuerdo con que se le otorguen ventajas a este polizón por sobre otros cubanos que intentan radicarse en EE.UU.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿Acaso es más heróico colarse clandestino en la bodega de un avión que arriesgarse la vida entre los coyotes, ríos o fieras salvajes, atravesando la selva de centroamérica? ¿Por qué darle asilo a un joven cuya heroicidad duró apenas 50 minutos, mientras que otros cubanos llevan 50 meses sin tener su destino aún decidido?
Y aunque ambas preguntas parezcan tener una sola respuesta, hay una gran verdad de fondo: Ninguno Ninguno de los que se arriesgan la vida cruzando fronteras, exponiéndose a violaciones, extorsiones e incluso a ser asesinados ha puesto en juego lo mismo que este joven de 26 años. Yunier apostó su vida no a la travesía, no tanto en el trayecto aparentemente fácil de LaHabana a Miami, apostó su vida sobre todo en caso de que lo regresen a la isla, donde de seguro lo aguardará una larga condena, la seguridad de ser un padre preso para su hija de seis años.
De eso intentará convencer su abogado hoy, cuando se dirima su suerte frente a un tribunal que le otorgará o negará el asilo político en los Estados Unidos. Para muchos, el hecho de que se haya decidido adelantar la vista oral es un mal síntoma derivada de la coincidencia con la fecha en que se cumple otro aniversario del más lamentable suceso vivido en la historia reciente de los Estados Unidos, el derribo de las torres gemelas por parte de unos fanáticos fundamentalistas, también escabullidos en dos aeronaves.
Si bien los casos distan bastante, aquellos eran terroristas, y Yunier solo un joven que intenta tener una mejor vida, y para ello puso en juego su propio destino, lo cierto es que el 11/9 sigue siendo un elemento de indudable peso en la psiquis del pueblo norteamericano. En cualquier caso hoy se sabrá donde Yunier pasará los años que tiene por delante.
Este miércoles se decide el destino de García Duarte, quien llegó a Miami en el compartimiento de carga de un avión comercial de Swift Air en la medianoche del día 16 de agosto de 2018. La vista oral fue adelantada un mes antes de lo fijado, pero ello no representa mayores complicaciones para su caso, según explicó el abogado Willy Allen a cargo de la defensa.
«Les dije que sí sin pensarlo dos veces, porque en realidad tenemos ya el caso listo», explicó el abogado a varios medios de prensa el 28 de agosto pasado, apenas 2 días después de la primera comparecencia de García Duarte frente al tribunal de inmigración que validó su solicitud de asilo político.
Las autoridades de inmigración aprobaron los testimonios de «miedo creíble» de Yunier, lo que garantizaba que no sería automáticamente deportado a Cuba y podría presentar su petición formal de asilo político ante el juez de inmigración.
Como es sabido, no puede beneficiarse de la Ley de Ajuste Cubano, porque su entrada fue ilegal, solo el asilo político podría garantizarle a un polizón que no será deportado a su país de origen, y a ello ha echado mano Yunier, buscando permanecer legalmente en territorio norteamericano.
Sin lugar a dudas el apoyo mayoritario de la comunidad cubana ha sido determinante en su causa, pues ha visibilizado el caso en las redes sociales de modo que muchas más personas se solidaricen y hagan presión indirectamente sobre los tribunales.
Desde nuestra página seguimos minuto a minuto el desenlace de esta historia, para saber si el joven de 26 años pasará los años que tiene por delante como un preso en Cuba o un asilado político en los Estados Unidos.