Unas 800 personas eran atendidas diariamente por la embajada de la República de Panamá en Cuba, cuando esa sede consular les extendía una tarjeta de turismo que tenía un costo de 20 CUC y aseguraba una única entrada al país centroamericano por un máximo de 30 días. Como quiera que las tarjetas eran vendidas justo el día antes del viaje, también unas 800 personas viajaban a diario a Panamá.
Luego, cuando por orden del Servicio Nacional de Migración se decidió cancelar ese procedimiento, se recortó no solo el número de solicitantes atendidos por día sino también el número de pasajeros diarios que se servían de las aerolíneas que unen a ambos países.
La causa más probable para la repentina cancelación de las tarjetas de turismo comunicada el 24 de julio pasado fue la denuncia de irregularidades y una trama de corrupción por la cual presumiblemente se estarían enriqueciendo tanto algunas autoridades migratorias panameñas como parte del personal de la embajada.
Ahora bien, tanto los negociantes panameños como aquellas empresas empacadoras, hosteleros, dueños de restaurantes y hasta taxistas han sentido el sorpresivo cierre pues han perdido una fuente considerable y segura de ingresos. Los cubanos representaban una fuente limpia de dólares para no pocos negocios tanto en la Zona Libre de Colón como en la ciudad de Panamá.
Según fuentes consultadas, mientras que un sector importante dentro de la población panameña ve con malos ojos el arribo masivo de extranjeros (54%), al menos entre el sector empresarial de ese país el 89% de los consultados celebraba el arribo de inversionistas de la mayor de las Antillas, y en consecuencia ha lamentado la cancelación de las tarjetas de turismo.
Esas valoraciones tienen un sustento más que lógico: Mientras que una buena parte de los emigrantes que recibe a diario la nación istmeña provienen de naciones más pobres del área o de Venezuela, país con una situación caótica, los cuales llegan con “una mano delante y otra detrás” eso no sucede con los cubanos.
Si bien el país antillano no tiene ahora mismo la mejor situación económica, los turistas cubanos que viajan a Panamá pasan por un filtro importante: Deben dar muestras de sustento económico para su viaje y en ocasiones hasta se les pedía que mostrasen el dinero que llevaban consigo para hacer la declarada importación. Son turistas que por lo regular tienen cortas estadías, no se caracterizan por un carácter violento, y solamente vienen a comprar al por mayor.
No obstante, la embajada panameña dejó abierta una puerta importante al facilitar los requisitos para otorgar una visa estampada. Este documento deviene en una facilidad todavía superior para los turistas que la consigan, asegura la posibilidad de no concurrir una y otra vez a la embajada cada vez que se vaya a viajar, y con solo 60 dólares asegura una puerta abierta por cinco años.
Sin embargo, la embajada no puede dar 800 visas al día, como sí sucedía con las tarjetas de turismo. Al ritmo actual de entrega de visas la embajada Panameña en Cuba necesitaría como mínimo dos años para lograr que los ritmos de arribo de turistas volvieran a ser los mismos que con la tarjeta de turismo.
Ante esa limitación ha crecido el número de oportunistas y aprovechados que como en el caso de México cobran bien cara el acceso a una cita para la entrevista de visa. En estos momentos las citas tienen un costo en el mercado informal que oscila entre los 200 y los 300 CUC, una cifra que muchos no están dispuestos a pagar y confían en la suerte necesaria para acceder por sí mismos a los cupos disponibles.
La embajada istmeña, al igual que las autoridades policiales cubanas tienen ante sí una realidad tanto o más complicada que aquella que presumiblemente generó la cancelación de las tarjetas de turismo: la corrupción continúa, alimentada ahora por las propias limitaciones de procesamiento que tiene la propia embajada.
Tanto esta realidad como el repentino otorgamiento de todas las citas correspondientes a 2019 desde este mes de septiembre hace pensar a no pocos que la tarjeta de turismo podría regresar en 2020, y así coexistir con la visa estampada, aligerándose considerablemente el flujo de solicitantes en la sede panameña en La Habana.
Ello se ajustaría a la declaración cursada por la propia sede consular a finales de julio pasado cuando declaró que la suspensión sería solo temporal, hasta reorganizar el proceso.
De cualquier disfrutar de una visa estampada constituye un privilegió todavía superior que acceder a una tarjeta de turismo válida solamente para una entrada de corta duración a territorio panameño.
Hola mi esposo ha viajado como turista a Guyana y Haity. Ahora quiere vacacionar con su hija y su esposa a su pais. Como puede obtener la visa estampada. Gracias
Hola,
Para poder recibir una mejor orientación, usted necesita contactar directamente a la Embajada.
Un saludo
Hola cuando abran van a poner la tajeta de turismo o una opcion para lo q no tienen visa viajen me encanto conover panama y quisiera ir otra vez para ir a conocer el canal q no pude ir
Deseo obtener visa estampada para poder visitar su país y me imposible acceder cuando activan, por favor necesito su ayuda, tengo 72 años y siempre ha sido mi sueño el pisar su hermosa tierra, no quisiera morir sin lograr mi sueño.