Un restaurante estatal en La Habana sorprende por la variedad y precios de sus ofertas, así como por la calidad de su servicio. Se trata de La Roca, en la intersección de las calles 21 y M.
Este establecimiento está inspirado en el estilo art déco y fue inaugurado en 1957. Se halla en un lugar privilegiado, en pleno Vedado, cerca de hoteles, del emblemático Focsa y del Malecón.
Luego de una reciente remodelación, las colas para entrar denotan la calidad de su oferta en moneda nacional, con precios asequibles. Así lo asegura la publicación 14ymedio.
“A 150 pesos ofrecen ensalada de atún, croquetas de pollo, ajiaco criollo o espaguetis a la napolitana. Los platos más caros son la langosta al grill (800 pesos), el bacalao al pil-pil (600) y el filete de pescado a la Roca (500), pero por un precio más módico se puede comer ropa vieja (230 pesos), costillas de cerdo (200) o pollo a las finas hierbas (350)”.
Añade el citado medio que las guarniciones de arroz, ensalada o frijoles, cuestan entre $40 y $120 pesos. Los refrescos, a diferencia de otros sitios privados y particulares en la capital cubana, se adquieren por un valor de $80 pesos.
La aventura de comer bien y barato en Cuba
La inflación galopante que sufre Cuba hace que de día en día suban los precios de los alimentos. Si se desea ir comer fuera de casa, hay que analizar muy bien las opciones, y saber con qué capital se cuenta para emprender la aventura.
La casi total ausencia de carne de cerdo, el nulo crecimiento de la de res, a pesar de las eliminación de las prohibiciones al respecto, y el decrecimiento en la población avícola por la falta de pienso, han hecho mella en la alimentación de los cubanos.
Si a ello se suma la baja disponibilidad de azúcar, aceite y otros insumos necesarios para la elaboración de productos gastronómicos, el cuadro resulta desesperanzador.
Por ello llama la atención el restaurante La Roca, donde “la rapidez del servicio, la amabilidad de los camareros y el buen sabor de los alimentos” resulta un rara avis en la Cuba de estos días.
Me parece que se les fue la mano
Las ofertas estatales han ido mejorando, por suerte para nosotros, los «del pueblo» y empiezan a jugar su rol en la sociedad cubana. No estoy contra los paladares ni el negocio privado, todo lo contrario, la competencia traerá la prosperidad a este país.