Durante la madrugada de este domingo ocurrió un robo con fuerza en la bodega “Dulcita” del Vedado, en La Habana.
Los autores del delito sustrajeron todo el arroz que se encontraba en el establecimiento y parte del azúcar de la canasta básica normada. Así lo dio a conocer públicamente un funcionario del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) en el municipio Plaza de la Revolución. Además, expresó que acontecimientos como este ya se hacen cotidianos en todo el territorio nacional.
Lo cierto es que a estos lamentables sucesos también se suman los asesinatos, asaltos y personas desaparecidas. Todo esto debido a un alto grado de violencia generado en los últimos tiempos en la sociedad.
El funcionario del MINCIN, también declaró (de manera anónima) que los alimentos robados serán repuestos. Sin embargo, cabe preguntarse quién resulta siempre el eslabón más perjudicado en este sentido.
Evidentemente, el pueblo se lleva la peor parte:»¿Si ya venía corto el arroz, cómo vamos a resolver mientras lo reponen?» expresó una vecina del lugar.
Entre tanto, el Ministerio del Comercio Interior no ha ofrecido declaraciones concretas respecto a otros robos en bodegas estatales.
En este sentido, ahora mismo no existen registros públicos oficiales sobre la cantidad de robos, hurtos y asaltos que ocurren en Cuba.
No es la primera vez que ocurre un hecho de este tipo…
A finales de 2022 cientos de familias habaneras se quedaron sin los alimentos del mes justo antes de que finalizara el año. Este acontecimiento fue uno de los más virales en las redes sociales ya que, igualmente, fue producto de un robo.
Se trata de un bodeguero de la capital que se apropió de todos los alimentos del establecimiento donde trabajaba para escapar del país.
Pero, a principios de 2023, exactamente en febrero, una bodega de Marianao se incendió. Varias personas alegan que el “accidente” ocurrió de manera intencional, para extraer el aceite que se encontraba almacenado en su interior.
Si es verdad todo lo que aquí se dice sobre robos y violencia de todo tipo. Hasta cuando estará el gobierno con manos suaves con estos delicuentes??? Hace rato es hora de «apretarles la tuerca» y ponerles leyes bien estrictas. Que sientan todo el peso de esas leyes encima porque están viviendo del esfuerzo y el sacrificio de las pocas personas honradas que sí trabajan para llevar alimentos a sus familias. Es inaudito que pasen estas cosas tan repugnantes y desaprobadas por la mayoría. Esos merecen una cárcel permanente y que tengan que buscarse el sustento haciendo trabajos productivos en el campo para todo el pueblo trabajador. Mano dura con los rateros y con los asesinos.