Robos y vandalismo en los centros de aislamiento en Cuba

A las ya cuestionadas condiciones habitables que presentan muchos de los locales convertidos en centros de aislamiento institucional se suman las acciones y hechos vandálicos que llevan a cabo los propios pacientes de esas unidades, según reconoce la prensa oficial cubana.

El periódico Escambray ha publicado un interesante reporte sobre la realidad que hoy se aprecia en algunas de las instituciones habilitadas para acoger a los pacientes sospechosos o contactos directos con casos confirmados con coronavirus.

El doctor Manuel Rivero Abella, director de salud pública en Sancti Spíritus, lo ha resumido así: “Ocurrió en el primer rebrote y ya en este momento hemos identificado que está sucediendo igual. En los centros de aislamiento, sobre todo en los que tenemos para contactos, que es donde más masivo acuden los ingresos de nuestra población, existen situaciones vandálicas como pérdidas de duchas, de llaves de lavamanos, de tubos de luz fría… y como se encuentran en un área roja donde solamente allí hay un personal reducido nuestro, pues no se puede identificar con tiempo. Cuando entregamos el centro, que lo revisamos, es que nos damos cuenta”.

Según el periódico espirituano los mismos que ingresan como pacientes, en algunos casos, al egreso ya le han provocado no pocas lesiones a los lugares. Las secuelas de tal nefasta práctica se han constado, fundamentalmente, en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas, la EIDE Lino Salabarría, el Centro Especializado en Servicios Educacionales Alberto Delgado, ente otras instalaciones del medio centenar que ahora mismo se encuentran habilitadas en la provincia.

Explica el rotativo que por la misma puerta que entraron salen luego, “como Pedro por su casa, lo mismo con un tomacorriente que con un tubo de luz fría”, algo que califican de “vergonzoso e inaceptable”. Aunque reconoce que no todos los que están ingresados se comportan igual, ni cuidan los medios del mismo modo.

El cúmulo de afectaciones materiales causadas a esas instituciones —que en muchos casos han recibido críticas de los internos pues ya delataban serios signos de abandono o desatención— las convertirá en “poco menos que ruinas”, según el semanario.

“Que no todos tienen condiciones óptimas, es cierto; que en algunos las bandejas han amanecido frente a las puertas de los albergues, también ha sucedido; que en otros la higiene no es la que se necesita para los momentos que se viven, resulta verdad y lo dicen no solo los que han estado ingresados en esas instituciones”, publica Escambray, y continúa:

El director provincial de salud reconoce que las principales quejas de quienes han estado aislados institucionalmente recaen en la higiene, sobre todo, de los baños. “Eso ha tenido dificultades y lo otro es algún caso que por muestra inhibida o por base de datos que no han llegado en tiempo los resultados, ha estado más tiempo del que debía estar; esto ha causado también insatisfacciones en los pacientes, lo hemos corregido, pero ahí están las dos insatisfacciones fundamentales”.

Según datos del MINSAP citados en el material periodístico, cada contacto aislado le cuesta al estado cubano $358.00 pesos; los aislados “sospechosos de padecer la enfermedad”, $675.00 pesos; y por los casos positivos la cuenta supera los $1000.00 pesos.

Antes de atentar siquiera contra un tornillo de una litera deberíamos tener en cuenta que los que son centros de aislamiento hoy, serán las mismas escuelas, preuniversitarios, universidades… a las que asistirán nuestros hijos mañana, reflexiona Escambray.

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