Si bien un vuelo de JetBlue desde Fort Lauderdale hasta la ciudad de Santa Clara se cotizaba por solo 99 dólares, y era posible comprar ida y regreso por poco más de 200 dólares esa realidad cambiará muy pronto.
Después del 10 de diciembre venidero, fecha en que las aerolíneas estadounidenses que operaban en Cuba dejen de volar a las principales provincias del país, se pronostica un considerable aumento en los costos del pasaje, a decir de no pocos conocedores.
¿Qué se puede esperar a partir de la segunda quincena de diciembre? Parecen haber pocas sorpresas reservadas: “Menos vuelos y más altos costos”, aseguró este sábado un exdirectivo de la aeronáutica civil cubana.
“Es muy probable que los vuelos chárters, —únicos autorizados para ese entonces fuera de La Habana—nuevamente se coticen entre los 450 y los 700 dólares como sucedía antes de que se establecieran vuelos regulares entre los dos países”, avizoró el entrevistado, quien además recordó que el inicio de operaciones de algunas aerolíneas como American Airlines y JetBlue planteó una fuerte competencia para los charters, obligándolos a abaratar sus ofertas.
Fue el martes 16 de febrero de 2016 en el Hotel Nacional de Cuba tuvo lugar la ceremonia de firma de un Memorando de entendimiento entre los Estados unidos y Cuba para establecer vuelos regulares entre ambos países.
Sería JetBlue, precisamente, la primera aerolínea comercial estadounidense en iniciar vuelos regulares entre Estados Unidos y Cuba tras 5 décadas de ruptura. Comenzó viajando s a Santa Clara, con un Airbus A320 y 150 pasajero. Establecería un calendario inicial de tres vuelos por semana para luego pasar a frecuencias diarias, y de la misma manera extendería posteriormente sus servicios a Camagüey y Holguín.
Junto a JetBlue el gobierno de Barack Obama autorizó a otras 7 aerolíneas a operar en destinos cubanos, lo que supuso sin dudas mayores facilidades para las familias residentes a ambos lados del estrecho de la Florida.
Sin embargo, justo ayer el presidente republicano Donald Trump ha decidido prohibirle a esas aerolíneas las operaciones en las cabeceras provinciales del centro y el oriente del país, así como otros aeropuertos ubicados en polos turísticos, lo cual constituye un giro de 180 grados a la política anterior, y encarecerá sin lugar a dudas los pasajes entre ambos países.
Al devolvérsele el protagonismo absoluto a los vuelos charters, estos monopolizarán el flujo aéreo entre las dos naciones, y no son pocos los que auguran precios todavía superiores a los que existían antes del referido memorando de entendimiento de 2016.
Vivian Rodríguez, vive en Camagüey, pero tiene a la mitad de su familia viviendo en los Estados Unidos desde el año 2012. Ella es solo una de tantos cubanos que ahora mismo rechazan esta medida de la administración Trump, más que eso la cataloga de inhumana.
“Esta medida no es contra el gobierno de Cuba sino contra nosotros, contra el pueblo que pasa meses y meses esperando que nuestros hijos puedan venir. Mi hija vive con su esposo y mis dos nietas en West Palm Beach y todos ellos vendrían este fin de año a Cuba, ¿cuánto tendrán que pagar ahora? Y si lo lograran hacer por La Habana, ¿sabes cuánto cuesta un taxi desde La Habana a Camagüey?”, se cuestiona ella.
No solo Camagüey queda prohibido para las aerolíneas norteamericanas desde el venidero 10 de diciembre, también otros ocho aeropuertos de la isla:
- Aeropuerto Juan Gualberto Gómez de Varadero
- Aeropuerto Abel Santamaría de Santa Clara
- Aeropuerto de Jardines del Rey de Cayo Coco
- Aeropuerto Vilo Acuña de Cayo Largo
- Aeropuerto Jaime González de Cienfuegos
- Aeropuerto Frank País de Holguín
- Aeropuerto Antonio Maceo en Santiago de Cuba
- Aeropuerto Sierra Maestra, de Manzanillo
Aun cuando la administración norteamericana asegura que la actual escalada de ordenanzas y prohibiciones ha sido diseñada para asfixiar al “gobierno comunista” la reciente prohibición de vuelos a 9 aeropuertos cubanos no hace dudar a las mayorías: es una medida contra las familias cubanas en primerísima instancia.
Por lo pronto, se espera un considerable aumento en los precios de los boletos aéreos después del 10 de diciembre, 45 días después de que el gobierno de Estados Unidos diera a conocer la sanción.