De último minuto se ha conocido que los gobiernos de Estados Unidos y México han firmado un acuerdo para el tratamiento a los emigrantes que soliciten asilo.
El gobierno de Joe Biden debió ceder y retomar la política de su antecesor republicano. Esta iniciativa obliga a los inmigrantes ilegales que solicitan refugio en un punto fronterizo con México, a permanecer en este país hasta que se produzca un fallo al respecto.
Biden y López Obrador acordaron reactivar el programa Quédate en México, el cual levantó bastante polémica en el pasado, y el demócrata suspendió al llegar a la Casa Blanca.
Ahora se ha explicado que se dispondrá de mayores recursos económicos para la atención sanitaria y la infraestructura de los albergues. Así mismo se garantizarán las revisiones médicas y la disponibilidad a diferentes vacunas para prevenir los contagios entre los solicitantes de asilo a Estados Unidos.
El Gobierno de Estados Unidos ha explicado que trabajará en estrecha colaboración con México para asegurar refugios seguros para los inscritos en este programa. También para que los solicitantes consigan permisos de trabajo, atención médica y otros servicios, durante su espera en territorio mexicano.
Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores de México se dio a conocer que la Casa Blanca “atenderá todas las preocupaciones de índole humanitaria”.
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A pesar de que Biden se opone a esta política, ha debido retomarla. Una sentencia del Tribunal Supremo así lo ordenó en agosto último.
Según ha trascendido, ambos gobiernos trabajarán de manera conjunta para atenuar el flujo migratorio irregular que ahora mismo discurre por la frontera entre ambos.
Siendo así, “el Gobierno de México ha decidido que, por razones humanitarias y de manera temporal, no retornará a sus países de origen a ciertos migrantes que tengan una cita para aparecer ante un juez migratorio en Estados Unidos para solicitar asilo en ese país”.
Ante esta situación, cientos de emigrantes cubanos que esperan llegar a los Estados Unidos con la esperanza de conseguir un asilo político deberán aguardar en México hasta tanto se pronuncien las autoridades migratorias.
Se ha dicho que la espera podría tardar hasta un máximo de 6 meses una vez que el emigrante sea acogido en México.
Claro, Cuba insitanndo para Nicaragua y Estados Unidos les iba a seguir el juego. Bien hecho