La Unión Eléctrica (UNE) informó una vez más sobre la crítica situación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), revelando un panorama preocupante también para hoy. A pesar de las constantes promesas de mejora, el sistema sigue mostrando graves deficiencias estructurales que afectan a miles de ciudadanos diariamente.
Déficit crónico en la generación
El SEN inició el día con una disponibilidad de apenas 1705 MW frente a una demanda de 1975 MW, dejando un déficit inmediato de 330 MW. Las afectaciones comenzaron desde las primeras horas de la mañana y se espera que alcancen los 700 MW al mediodía, especialmente en las zonas centro-orientales del país, afectadas por la alta transferencia de energía hacia estas regiones. Para el horario pico, la UNE anticipa un déficit aún mayor, que podría superar los 1133 MW, dejando sin electricidad a miles de hogares, instituciones y empresas.
Averías y falta de mantenimiento
El estado de las centrales térmicas refleja años de abandono y falta de inversión. Entre las unidades fuera de servicio se encuentran la unidad 2 de la CTE Felton y las unidades 3 y 6 de la CTE Renté, mientras que otras, como la unidad 8 de la CTE Mariel y varias de Cienfuegos, se encuentran en mantenimiento. Las limitaciones en la generación térmica alcanzan los 257 MW, a lo que se suman 703 MW afectados por la falta de combustible en 86 centrales de generación distribuida. Estas cifras evidencian la incapacidad de la UNE para mantener operativas las infraestructuras críticas del SEN.
Soluciones insuficientes y paliativas
Aunque se espera la entrada en operación de 6 motores de fuel en Mariel y la recuperación parcial de la unidad de Felton para el horario pico, estas medidas son insuficientes para cubrir la demanda, proyectada en 3050 MW. La UNE pronostica afectaciones de hasta 1203 MW en ese momento, dejando claro que las soluciones ofrecidas no atacan las raíces del problema.
El peso sobre la población
Mientras tanto, los ciudadanos sufren las consecuencias de un sistema colapsado. La UNE continúa pidiendo comprensión, pero las constantes interrupciones y los prolongados apagones han generado un ambiente de frustración y descontento. La falta de transparencia y de un plan realista a largo plazo alimenta la percepción de que las autoridades no tienen la capacidad o la voluntad de resolver esta crisis estructural.
Una situación insostenible
La dependencia de una infraestructura envejecida, la falta de combustibles y las soluciones temporales no pueden sostener el SEN frente a una demanda creciente. Es urgente un replanteamiento integral del modelo energético, con inversiones sostenibles y una verdadera diversificación de las fuentes de energía. Mientras tanto, los apagones continuarán siendo una realidad cotidiana que evidencia la fragilidad del sistema eléctrico cubano.
