Cada día son más los casos de detenciones arbitrarias de inmigrantes en Estados Unidos, en lo que ya muchos definen como una verdadera cacería migratoria.
Un ciudadano cubano y que cuenta además con nacionalidad española fue detenido frente a su vivienda en North Miami el pasado 20 de marzo. El mismo lleva más de una década de residencia en Estados Unidos, y no ha cometido ningún delito que justifique su arresto.
La noticia ha causado conmoción entre su familia y la comunidad cubana, que denuncia lo que a todas luces es un recrudecimiento en la política migratoria del país. Los cubanos lo sienten especialmente ya que durante décadas han disfrutado de políticas migratorias mucho más favorables que otros ciudadanos de latinoamérica.
Según se ha relatado, el arresto ocurrió a plena luz del día. Eduardo Núñez González, de origen cubano y nacionalidad española, salió de su casa como de costumbre para sacar la basura,. Lejos estaba de imaginar que agentes federales lo interceptarían a pocos pasos de su puerta. Las cámaras de seguridad grabaron el momento exacto en que fue esposado sin recibir explicaciones claras, y se lo llevaron los agentes.
Una década en Estados Unidos y sin antecedentes penales
Eduardo no llegó ayer. No entró con un parole. No es un cubano con estatus de i-220A. Su esposa, Vilma Pérez Delgado, relató entre lágrimas que ambos llegaron desde España hace más de 10 años. Mientras ella pudo acogerse a la Ley de Ajuste Cubano y hoy es ciudadana estadounidense, Eduardo enfrentó múltiples obstáculos que impidieron su regularización.
Tampoco ha cometido un delito grave durante su residencia. En su historial solo figura una multa de tránsito por exceso de velocidad en 2017, que fue pagada oportunamente.
Su historia puede ser la de muchas familias cubanas. Intentaron en varias ocasiones completar el proceso migratorio, pero se encontraron con retrasos, pérdida de documentos y largas demoras burocráticas.
Según su testimonio, en 2023 presentaron una nueva solicitud, y en mayo de 2024 las autoridades pidieron actualizar ciertos documentos. Pero antes de que pudieran avanzar, Eduardo fue arrestado sin previo aviso ni citación previa.
Traslado a centros de detención y condiciones preocupantes
Inicialmente, Eduardo fue llevado al centro de detención de Krome, donde permaneció al menos cinco días en condiciones que su esposa describió como inhumanas: sin cama, con acceso limitado a agua y comida, y compartiendo espacio con personas enfermas. Posteriormente fue trasladado al centro de transición de Broward, donde continúa bajo custodia sin que su familia haya recibido información detallada sobre los cargos que enfrenta.
“Me dijeron que no me podía despedir de él, que ya lo habían detenido. No me explicaron por qué”, lamentó Vilma.
Indignación en la comunidad cubanoamericana
Vilma ha recogido más de 500 firmas pidiendo la liberación de su esposo y ha recibido el apoyo de defensores de derechos civiles como la abogada Katie Blankenship, quien denunció un aumento preocupante de detenciones sin causas claras. “Estamos viendo personas arrestadas por infracciones menores o incluso sin antecedentes. El centro de Krome está sobrepoblado, sin baños adecuados y con gente durmiendo en el piso. Es una violación de los derechos humanos”, aseguró la abogada.
Blankenship recomendó a las familias estar informadas: “Sin una orden firmada por un juez, no tienen por qué abrir la puerta a ICE ni responder preguntas”.
Cada vez mayores riesgos para los inmigrantes
La detención de Eduardo se suma a una ola de arrestos recientes de inmigrantes cubanos en Florida, muchos de ellos con documentos como el formulario I-220A, que no otorgan estatus legal pero permiten permanecer en el país bajo ciertas condiciones. Abogados de inmigración han confirmado al menos 18 detenciones similares en las últimas semanas.
La política migratoria de la administración Trump ha aumentado la presión sobre los cubanos indocumentados, incluso aquellos que llevan años residiendo en Estados Unidos, sin delitos ni historial problemático.
“Mi esposo no ha cometido ningún crimen. Lo único que ha hecho es tratar de vivir aquí legalmente. Yo ya soy ciudadana, ¿por qué a él no se lo permiten?”, se pregunta Vilma, quien aún no recibe una respuesta oficial.
