El presidente Joe Biden está preparado para firmar una orden ejecutiva sobre inmigración tan pronto como esta semana, según fuentes familiarizadas con la decisión.
Esta esperada orden ejecutiva limitará el número de migrantes que podrán solicitar asilo en la frontera sur de EE.UU. Los migrantes serán enviados de vuelta a México hasta que el promedio diario de cruces disminuya, momento en el que podrán solicitar asilo. Aún se está deliberando sobre el número exacto que desencadenará esta pausa en las solicitudes de asilo, informaron las fuentes.
En los últimos días, se ha informado a miembros del Congreso sobre esta acción ejecutiva, según fuentes familiarizadas con las reuniones.
Desafíos legales y presión política
Funcionarios de la administración advierten que cualquier orden ejecutiva enfrentará desafíos legales. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, señaló que «si el presidente toma una acción ejecutiva, esta será impugnada en los tribunales».
Mayorkas y otros miembros de la administración han instado al Congreso a aprobar un proyecto de ley bipartidista sobre la seguridad fronteriza que fue negociado y propuesto a principios de este año.
Reacciones de los alcaldes fronterizos
El portavoz del alcalde de Brownsville, Texas, John Cowen, confirmó a ABC News que la Casa Blanca lo invitó a una reunión el martes para un anuncio relacionado con la inmigración, y él asistirá. El alcalde de El Paso, Oscar Leeser, también confirmó su asistencia, afirmando: «El Paso es una comunidad acogedora, pero ningún municipio puede continuar indefinidamente con los esfuerzos y recursos que hemos gastado en esta crisis humanitaria. Agradecemos la financiación recibida del gobierno federal, pero nuestro sistema de inmigración está roto, y es crucial que el Congreso trabaje en un plan a largo plazo y bipartidista para crear un sistema de inmigración más manejable, humano y sostenible para nuestro país».
Inminente acción ejecutiva
Se espera que Biden firme esta orden ejecutiva tan pronto como el martes, utilizando la sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad para limitar drásticamente la capacidad de los migrantes para solicitar asilo en la frontera sur una vez que los encuentros alcancen un nuevo umbral. Funcionarios de la administración han discutido un promedio de 4,000 cruces diarios durante una semana como métrica.
La Casa Blanca ha mostrado durante mucho tiempo el deseo de actuar más en la frontera, un punto débil político para el presidente. Ha apoyado un proyecto de ley de seguridad fronteriza bipartidista vinculado a la ayuda a Ucrania. Después de que los republicanos derrotaran esa medida, Biden tomó una serie de acciones para acelerar el proceso de asilo y disuadir la migración.
Reacciones y escepticismo
La administración Biden ha enfrentado críticas de los progresistas, quienes argumentan que la Casa Blanca está cediendo el debate sobre inmigración a los conservadores. La presión para actuar ha aumentado a medida que Donald Trump, quien dijo que cerraría la frontera en su primer día de mandato si es elegido para un segundo término, y los republicanos han centrado sus ataques en el número de cruces ilegales.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, comentó que la acción ejecutiva de Biden sobre inmigración sería «demasiado poco, demasiado tarde».
El anuncio se esperaba inicialmente antes del discurso del Estado de la Unión del presidente, pero los funcionarios de la Casa Blanca pospusieron los planes debido a una disminución en los cruces fronterizos gracias al aumento de la aplicación de la ley en México. La administración también ha intentado usar el fracaso del acuerdo bipartidista de la frontera para criticar a los republicanos, quienes se opusieron a la medida tras el aliento de Trump.
Anunciar la política esta semana tenía el doble objetivo de esperar los resultados de las elecciones en México y también evitar que el anuncio caiga cerca del 12º aniversario de DACA el 12 de junio. En esta fecha los grupos pro-inmigrantes continuarán presionando a la Casa Blanca para que tome medidas adicionales para proteger a los inmigrantes indocumentados a largo plazo en el país.
Aunque no se espera que la política resuelva una crisis que requiere acción del Congreso, la administración Biden espera que pueda aliviar algo de la presión política que enfrenta el presidente antes de noviembre.
