El bloque europeo ha anunciado un importante avance en la integración regional con la incorporación plena de nuevos miembros a la zona Schengen, permitiendo la eliminación de controles fronterizos terrestres a partir del próximo 1 de enero.
Esta decisión, ampliamente celebrada, marca un hito en los esfuerzos por consolidar la libre circulación en el continente.
El acuerdo fue posible gracias a la resolución de diferencias entre los Estados miembros, especialmente aquellas relacionadas con el control de la inmigración irregular.
En encuentros recientes, las naciones involucradas presentaron compromisos para reforzar la seguridad en las fronteras externas del bloque, lo que allanó el camino para este esperado cambio.
A partir de la fecha indicada, Bulgaria y Rumania se integrarán completamente al espacio Schengen, sumándose a los beneficios de la libre circulación sin controles fronterizos.
Esta ampliación, oficializada en una reunión de ministros del Interior de la UE, pone fin a un ingreso gradual que inició en marzo con la eliminación de controles en fronteras aéreas y marítimas.
Un impulso para la integración europea
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó este paso como “una victoria para Europa”, destacando que fortalecerá la unidad y la seguridad del bloque.
Con esta ampliación, Schengen contará con 29 países miembros, incluyendo 25 de la UE y otros como Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein.
Líderes de Bulgaria y Rumania han celebrado la medida, subrayando su impacto positivo en la economía, el comercio y los viajes.
Klaus Iohannis, presidente saliente de Rumania, destacó que este avance reducirá tiempos de espera en fronteras y fomentará inversiones extranjeras.
Por su parte, el primer ministro búlgaro aseguró que la decisión reconoce los esfuerzos de ambos países por cumplir con los estándares europeos.
Un Schengen más fuerte
Con esta integración, más de 420 millones de personas podrán disfrutar de la libertad de movimiento sin controles fronterizos internos, lo que reforzará la cooperación entre los Estados miembros y beneficiará tanto a ciudadanos como a empresas.
La UE celebra este paso como un símbolo de unidad y progreso en un contexto global cada vez más desafiante.