En Jacumba Hot Springs, California, se instaló un campamento improvisado para recibir a cientos de migrantes a diario. El sitio está ubicado a muy pocos kilómetros de la frontera sur de Estados Unidos. Tras llegar allí, la Patrulla Fronteriza traslada a las personas a otros puntos del estado.
Para poder acceder a Estados Unidos, los migrantes tienen que atravesar los huecos en el muro situado por la parte mexicana de la frontera. Después, caminan varios kilómetros hasta arribar al campamento donde los trabajadores humanitarios les ofrecen agua y un lugar de descanso.
Los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza se encargan, luego, de transportarlos a una instalación en San Diego donde son procesados. La mayoría de ellos son liberados para que puedan iniciar sus solicitudes de asilo.
Migrantes de todo el mundo
Al citado campamento llegan migrantes irregulares de todas partes del mundo. En los últimos días se ha registrado una mayor presencia de indios, chinos y rusos. A propósito, CBP dio a conocer que durante el año 2023 resultaron detenidos cruzando la frontera, de manera ilegal, 37 mil migrantes chinos.
Según News Nation, los migrantes chinos pagan hasta $35 000 USD para llegar a Estados Unidos. Los que viajan por tierra aprovechan una ruta conocida desde Quito hasta Tulcán, una pequeña ciudad situada en la frontera con Colombia. Luego continúan la travesía atravesando selvas y costas hasta arribar a México.
Autoridades migratorias de Estados Unidos recuerdan que si existe un caso creíble de asilo, entonces colocarán al inmigrante en proceso ante una corte. No obstante, ese paso no otorga un permiso de trabajo en el país.
Actualmente funcionan varios programas de protección a inmigrantes a través de CBP One. La aplicación permite a los originarios de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela solicitar la protección temporal bajo un esquema de patrocinio. Sin embargo, la persona debe llegar a la frontera cuando la cita sea confirmada, nunca antes.