Casa Blanca reitera que todos los inmigrantes con parole son ilegales y serán expulsados si no se autodeportan ellos mismos

Según las últimas declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca: los más de 500 mil migrantes que entraron gracias al parole humanitario deberán autodeportarse o enfrentar una expulsión inmediata.

Karoline Leavitt, la portavoz de la presidencia, afirmó que los beneficiarios del parole humanitario de la era Biden ingresaron ilegalmente y por lo tanto deben abandonar el país, y si no lo hacen por ellos mismos serán expulsados.

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These are the 530,000 illegal immigrants that Joe Biden flew to the United States on the taxpayers dime.

They’re welcome to self-deport using the newly repurposed CBP Home App! https://t.co/cs3GcAt6x0

— Karoline Leavitt (@PressSec) March 22, 2025

Las declaraciones llegan después de que Donald Trump anunció que revocará el estatus legal de más de medio millón de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos bajo el programa CHNV. Iniciativa impulsada durante la presidencia de Joe Biden. La medida afecta a ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que entraron al país mediante procesos de patrocinio, y ahora enfrentarán la deportación si no salen voluntariamente. A medida que pasan los días las autoridades del gobierno de Trump han ido aumentando las presiones desde el discurso oficial.

En las últimas horas Karoline Leavitt, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, “estos 530.000 inmigrantes son los ilegales que Joe Biden trajo a Estados Unidos con dinero de los contribuyentes”. Así lo hizo saber en una publicación desdesu cuenta oficial, en la que luego concluyó: “Están invitados a autodeportarse usando la nueva app CBP Home”.

El parole, bajo la lupa de la nueva administración

El programa CHNV fue creado por la administración Biden con el fin de reducir la presión en la frontera sur y brindar vías legales de entrada a ciertos migrantes. Sin embargo, Trump lo suspendió apenas asumió el cargo y ahora prepara su desmantelamiento total.

A partir del 25 de marzo, los permisos de trabajo y la protección contra la deportación concedidos bajo esta figura quedarán anulados en un plazo de 30 días. El Departamento de Seguridad Nacional anunció que arrestará y deportará a quienes permanezcan en el país sin haber solicitado un nuevo estatus legal.

Adiós al parole y advertencia de arresto

Las autoridades han comenzado a notificar a los beneficiarios del programa. Según el gobierno, solo quienes hayan iniciado otros trámites migratorios —como el asilo político o la residencia permanente— podrán evitar la deportación inmediata.

El DHS advirtió que mantendrá el poder de detener a los migrantes antes de que venza el plazo. Aquellos que no regularicen su situación serán prioridad para arrestos, especialmente si no han solicitado ningún beneficio adicional.

Tricia McLaughlin, portavoz del DHS, explicó que muchos fueron admitidos bajo una evaluación «deficiente» y que el programa “perjudicaba a los trabajadores estadounidenses”.

“La terminación del CHNV es un regreso al sentido común y a la seguridad pública”, afirmó.

La app CBP Home, clave en las autodeportaciones

El gobierno rediseñó la aplicación CBP Home para que los migrantes puedan registrarse y organizar su salida voluntaria del país. Aunque se les ofrece esta vía, la amenaza de arresto sigue latente para quienes ignoren el aviso.

Además, la administración Trump suspendió las solicitudes pendientes de migrantes que ingresaron por esta vía, citando preocupaciones de fraude y debilidades en los controles de antecedentes.

La decisión es parte de una política migratoria más restrictiva, que también apunta a eliminar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos y haitianos.

Fin de una política migratoria clave de Biden

Aunque la Casa Blanca de Biden defendió el CHNV como una estrategia efectiva para reducir cruces irregulares en la frontera, los republicanos lo criticaron desde el inicio. Lo acusaron de abrir una vía paralela sin el aval del Congreso, y de generar incentivos para el fraude.

Con este cambio, más de medio millón de migrantes ahora enfrentan un futuro incierto. La administración Trump marca así un punto de quiebre con las políticas humanitarias de su predecesor.