Nuevas localidades de Florida asumen una postura más fuerte contra los inmigrantes. Bajo la presiĂłn directa del gobernador Ron DeSantis, otra ciudad aprobĂł el viernes que su policĂa actĂşe como agente federal de inmigraciĂłn para controlar y detener inmigrantes.
El lunes, la ciudad de Fort Myers habĂa rechazado la propuesta. Pero la advertencia del gobernador sobre una posible destituciĂłn de funcionarios locales que se opusieran, sumada a la intervenciĂłn del procurador general James Uthmeier, provocĂł un vuelco.
SegĂşn explica Uthmeier, de negarse a colaborar con el Servicio de InmigraciĂłn y Control de Aduanas (ICE) estarĂa violando la ley estatal que prohĂbe las llamadas «ciudades santuario» de los inmigrantes. Y entonces la presiĂłn surtiĂł efecto: los tres concejales que se habĂan opuesto inicialmente cambiaron su voto.
Una de ellos, es Darla Bonk, quien culpó al abogado de la ciudad, Grant Alley, por no haberles informado correctamente del alcance legal. “Usted recibe un salario estupendo para proteger a este concejo y no lo hizo”, le recriminó.
Temor y rechazo entre los residentes
La noticia no ha sido bien vista por todos. Decenas de vecinos de Fort Myers se presentaron para expresar su preocupaciĂłn. Muchos advirtieron sobre los riesgos de una colaboraciĂłn entre la policĂa local y ICE: discriminaciĂłn racial, arrestos injustificados, y el miedo de testigos o vĂctimas a reportar delitos.
Kathy James, una habitante local, cuestionĂł que su voto pudiera ser ignorado por una decisiĂłn impuesta desde Tallahassee.
“¿Me están diciendo que mi voto no significa nada?”, preguntĂł ella, y luego añadiĂł que no quiere ver a su policĂa “vistiendo dos uniformes”.
South Miami se resiste y acude a los tribunales
Mientras Fort Myers cedĂa, otras ciudades del sur de Florida buscan resistir.
Ese es el caso de South Miami, donde el alcalde Javier Fernández anunciĂł que pedirán a un juez que aclare si su policĂa debe sumarse al programa 287(g), el acuerdo federal que permite a agentes locales actuar como oficiales migratorios.
“Lo único que nos queda para no cometer errores es acudir a los tribunales”, afirmó Fernández en una reunión pública.
El controvertido programa 287(g)
Este programa, que durante el gobierno de Barack Obama fue suspendido por denuncias de perfiles raciales y falta de supervisión, ahora vuelve con fuerza en Florida. Ya más de 100 agencias participan, incluyendo departamentos policiales en Coral Gables, Key West, Tampa y St. Petersburg.
Jenna Persons-Mulicka, representante estatal republicana, justificĂł la decisiĂłn de Fort Myers apelando a la legalidad.
“Somos un estado de leyes y órdenes”, dijo. Para ella, los gobiernos locales están obligados a apoyar la aplicación federal de la ley migratoria.
Desde la oficina del gobernador evitaron confirmar si se destituirán a los funcionarios que no se alineen, pero DeSantis ya habĂa advertido a los municipios: “Deben gobernarse ustedes mismos acorde a la situaciĂłn”.