Cada vez son más los cubanos que hacen presión en las redes sociales para que el gobierno de los Estados Unidos abandone su política de cierre en lo que respecta al Programas de Permiso de Reunificación de Familiar Cubano, conocido también como Parole o por sus siglas en inglés CFRP.
Miles de cubanos, radicados en distintas partes del mundo, pero sobre todo a ambas orillas del estrecho de la Florida rechazan la interrupción del programa de reagrupación familiar entre Cuba y los Estados Unidos, un recurso que según ha declarado oficialmente el Servicio estadounidense de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) se encuentra “en revisión”.
Hace dos semanas un grupo de congresistas norteamericanos presentaron un proyecto legislativo que pretende retomar a corto plazo el Programa Cubano Reunificación Familiar, una iniciativa que pretende ayudar a las familias afectadas por el cese del CFRP.
De fructificar sus esfuerzos se conseguiría el restablecimiento del CFRP, que fuera paralizado desde hace dos años, debido a las reducciones de personal diplomático en la sede diplomática estadounidense radicada en La Habana por presuntos “ataques sónicos” aducidos por el gobierno estadounidense.
La nueva propuesta, en caso de ser aprobada, otorgaría un máximo de 30 días al Departamento de Estado para reiniciar el procesamiento de las solicitudes, priorizando aquellas que se han mantenido en stop en estos dos últimos años.
Los cubanos no han sido indiferentes a estos esfuerzos, y desde las redes sociales han redoblado las presiones a senadores, congresistas, al USCIS, y hasta al propio Departamento de Estado Norteamericano.
Etiquetas como: #ContinueCubanCFRP, #USInterestSectionHavanaforthePeople o #Reopenthecubanparole han estado entre las más usadas en Twitter.
En los últimos dos años cientos de familias cubanas se han visto afectadas por dicha interrupción teniendo que sufrir largos procesos de espera y viajar al extranjero debido al cierre parcial de la embajada estadounidense en Cuba.
Ante la política de tolerancia cero hacia los emigrantes, implementada por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, la mirada de los cubanos se pone en otros países que pudieran acogerlos como segunda patria.
Pero, ciertamente ninguno de estos países, hasta la fecha, logra movilizar tantos sueños, esfuerzos, ni emigrantes, como lo ha hecho Estados Unidos en las últimas décadas, cuando se convirtió en el país con la mayor comunidad de cubanos en el extranjero.
Según la Oficina del Censo de los Estados Unidos en el año 2013, residían en ese país 2 millones 13 mil 155 cubanos (2 013 155), lo cual los convierte en la cuarta comunidad hispana más grande de ese país, detrás de los mexicanos, puertorriqueños y venezolanos.
En ello desempeñaba un papel fundamental el carácter gregario descrito por esa comunidad cubanoamericana radicada en la Florida, pero sobre todo las ventajas ofrecidas por el gobierno de aquel país para la entrada y naturalización de los potenciales emigrantes cubanos.
La Ley de Ajuste Cubano y sobre todo la “política de pies secos pie mojados” han sido recursos preferenciales a los que han podido acceder los isleños, si se les compara con el resto de las naciones emisoras de emigrantes hacia EE.UU.
Sin embargo, la cancelación de esta última política en las semanas finales del mandato del presidente estadounidense Barack Obama, y la posterior sucesión de medidas antinmigrantes implementada por el actual gobernante republicano han constituido un efectivo dique para los emigrantes de la mayor de las Antillas.
Incluso esos que teniendo un ser querido radicado y naturalizado estadounidense aguardan anhelantes el momento en que pueda hacerse efectiva la reunificación familiar; han tropezado con innumerables escollos debido al cierre parcial de la embajada de EE.UU. en La Habana, o la revisión del CFRP.
Los familiares de ambas orillas cargan con el mayor saldo negativo de las actuales hostilidades entre Estados Unidos y Cuba, y en materia migratoria las penas no son menores. Algunos usuarios en Twitter sugieren incluso “olvidar la política y pensar con amor”:
Directorio Cubano hace causa común con los cientos de familias que aguardan la resolución de sus casos y asume como suya esta reclamación para que se reinicie el Programas de Permiso de Reunificación de Familiar Cubano, también conocido como Parole.
Nuestro equipo entiende la reagrupación familiar como un Derecho Humano, al estar tipificado en de manera directa o indirecta en varios acuerdos y tratados internacionales como son los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y muy especialmente en la Convención sobre los Derechos del Niño.
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