Fuerzas de inmigración iniciarán operaciones en varias ciudades, según el «zar fronterizo».
El próximo gobierno ha anunciado que comenzará a realizar operaciones específicas contra migrantes en situación irregular en Estados Unidos. Estas acciones, que involucrarán a varias ciudades, forman parte de un esfuerzo por reforzar la aplicación de la ley de inmigración.
Tom Homan, designado como responsable de seguridad fronteriza, explicó que estas operaciones se centrarán en objetivos planificados y estarán diseñadas para minimizar los riesgos para los agentes y las personas involucradas.
Ciudades objetivo y enfoque de las operaciones
Entre las ciudades mencionadas como posibles escenarios de estas acciones están Chicago, Nueva York y Miami, lugares con alta densidad de población migrante y políticas conocidas como «ciudades santuario». Estas políticas locales limitan la cooperación con las autoridades federales en la detención de inmigrantes. Según Homan, el enfoque inicial será en las cárceles locales, donde se buscará a personas con órdenes de expulsión pendientes.
Homan aseguró que las operaciones no serían redadas masivas, sino acciones selectivas bien planificadas. Los agentes tendrán información detallada sobre los objetivos, incluidos datos sobre la posible presencia de menores en los hogares.
Magnitud del problema migratorio
Actualmente, más de 700,000 personas con órdenes finales de expulsión permanecen en el país. Las operaciones previstas se enfocarán en estos casos prioritarios, con el objetivo de asegurar el cumplimiento de la ley y la seguridad de las comunidades, según declaraciones de Homan.
Aunque no se especificaron fechas concretas para los vuelos de deportación, Homan indicó que estas acciones forman parte de un plan integral. El cual busca garantizar la seguridad fronteriza y ejecutar las órdenes de expulsión existentes.
Reacciones y desafíos
La implementación de estas operaciones en ciudades santuario plantea desafíos logísticos y políticos, ya que muchas de estas jurisdicciones han expresado su oposición a colaborar con las autoridades federales. Sin embargo, las fuerzas de inmigración insisten en que las acciones serán ejecutadas con cuidado para evitar confrontaciones innecesarias y asegurar la protección de todos los involucrados.
Con este plan, las autoridades buscan enviar un mensaje claro sobre la aplicación estricta de las leyes migratorias en el país. Los próximos días serán decisivos para evaluar el alcance y las implicaciones de estas operaciones en las comunidades afectadas.