Las interdicciones ocurrieron en dos operativos distintos, según informó la entidad en un comunicado.
La Guardia Costera de Estados Unidos repatrió este miércoles a 12 migrantes cubanos que intentaban llegar a Florida en embarcaciones rústicas.
El primer grupo de migrantes fue detectado el 19 de enero, cuando un equipo aéreo de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) alertó a la Guardia Costera sobre una balsa a 21 millas al sur de Long Key. Inmediatamente, la tripulación del Coast Guard Cutter Charles David Jr. fue enviada a la zona para interceptarlos.
Un día después, el 20 de enero, otros siete migrantes fueron rescatados en el Paso de Yucatán. A unas 50 millas al suroeste de Cuba, cuando su embarcación quedó a la deriva.
Nueva advertencia del gobierno de EE.UU.
El teniente comandante John W. Beal, portavoz del Distrito Siete de la Guardia Costera, aseguró que las autoridades han reforzado su presencia en el estrecho de Florida y los Pasajes de Windward y Mona para evitar la llegada de migrantes por mar.
Desde el pasado 23 de enero, el nuevo gobierno de Estados Unidos ha reiterado que todos los migrantes que sean interceptados en el mar serán deportados. A través de un comunicado, el jefe de la Patrulla Fronteriza del Sector de Miami, Jeffrey Dinise, recalcó que quienes intenten entrar ilegalmente al país por vía marítima serán devueltos a su lugar de origen o al último país desde donde partieron.
La crisis migratoria y el riesgo en el mar
A pesar del endurecimiento de las políticas migratorias, los intentos de llegar a EE.UU. por mar continúan. La crisis económica en Cuba sigue empujando a muchas personas a arriesgar sus vidas en travesías peligrosas, a bordo de embarcaciones improvisadas.
Las autoridades estadounidenses han reiterado que la migración ilegal por el estrecho de Florida es extremadamente riesgosa. Las corrientes, la falta de provisiones y la fragilidad de las balsas ponen en peligro la vida de quienes emprenden el viaje.