En las últimas horas ha trascendido que el Gobierno de Estados Unidos no renovará el estatus legal para inmigrantes de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Haití.
Miles de inmigrantes de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Haití enfrentan la posibilidad de perder su estatus legal en Estados Unidos, tras el anuncio de que el programa de libertad condicional humanitaria no será extendido.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), quienes hayan ingresado al país bajo este programa temporal deberán buscar otras vías legales para regularizar su situación o abandonar el país una vez finalice su permiso.
Este programa, lanzado en 2022 por la administración de Joe Biden, ofreció a migrantes de estos cuatro países la posibilidad de vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos durante un período de dos años. La medida fue diseñada para mitigar los cruces ilegales de frontera y se expandió en 2023 para incluir a cubanos, haitianos y nicaragüenses, con el objetivo de facilitar una migración ordenada.
Un programa polémico
A pesar de sus beneficios, el programa se ha convertido en un punto de conflicto político. Los republicanos han criticado su implementación, argumentando que la administración de Biden estaba abusando de la autoridad de libertad condicional para permitir la entrada masiva de migrantes. A finales de agosto de 2024, más de 530,000 personas de los cuatro países habían ingresado a Estados Unidos bajo esta política.
Aunque el programa sigue disponible para nuevos solicitantes, el gobierno ya ha dejado claro que no extenderá la libertad condicional. En palabras de un portavoz del DHS, el programa “fue diseñado para ser temporal” y estaba destinado a permitir que los migrantes buscaran otras formas de regularizar su estatus en EE.UU.
Opciones para evitar la deportación
Los migrantes que no consigan obtener otro estatus migratorio antes de la expiración de sus permisos podrían enfrentarse a la deportación. Sin embargo, algunas nacionalidades tienen opciones para evitar las expulsiones. Los venezolanos y haitianos, por ejemplo, pueden acogerse al Estatus de Protección Temporal (TPS), que les ofrece protección contra la deportación y permisos de trabajo. Muchos de ellos ya han solicitado este beneficio, según fuentes del DHS.
En el caso de los cubanos, existe un camino hacia la residencia permanente a través de la Ley de Ajuste Cubano. Esta permite a quienes han residido en Estados Unidos durante más de un año solicitar la residencia. No obstante, los nicaragüenses podrían estar en una situación más complicada, ya que no cuentan con programas de protección similares. Y sus opciones se limitan a la solicitud de asilo, que no está garantizada para todos.
Un futuro incierto
La decisión de no extender el programa de libertad condicional llega en un momento en que la inmigración es un tema. A solo semanas de las elecciones presidenciales, la medida genera preocupación entre los migrantes, que temen quedarse en un limbo legal.
A medida que los permisos expiran, las personas que no logren obtener otro estatus legal deberán abandonar el país o enfrentar procesos de deportación. Esta situación ha generado incertidumbre entre los inmigrantes afectados, que buscan alternativas para poder quedarse en Estados Unidos de manera legal.
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