La Administración de la Seguridad Social (SSA por sus siglas en inglés), responsable de distribuir cheques mensuales a millones de personas en Estados Unidos, tiene un programa específico conocido como Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI).
Dentro de este programa, diversos grupos de personas pueden acceder a beneficios económicos, incluyendo inmigrantes, individuos de bajos recursos, personas mayores de 65 años y aquellos con discapacidades.
Para los inmigrantes, acceder a estos pagos requiere cumplir con ciertos criterios establecidos por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Entre estos requisitos se incluye haber sido legalmente admitido para residencia permanente, poseer entrada condicional al país, haber obtenido asilo o estar sujeto a retención de expulsión.
Otros requisitos
Además de estas clasificaciones, los beneficiarios deben cumplir con requisitos adicionales para ser elegibles. Estos incluyen padecer una discapacidad, ser ciego, tener 65 años o más, haber vivido legalmente en Estados Unidos desde agosto de 1996 y padecer una discapacidad desde esa fecha, o ser veterano o miembro en servicio activo de las Fuerzas Armadas o cónyuge de uno.
Los pagos que pueden recibir los inmigrantes a través del programa SSI pueden ascender hasta $1,415 mensuales. Este monto, proporcionado por la Seguridad Social, representa un respaldo económico significativo para aquellos que cumplen con los requisitos establecidos por la agencia gubernamental.
En un país donde la inmigración juega un papel fundamental en la sociedad y la economía, este programa de Seguridad de Ingreso Suplementario se presenta como una ayuda vital para aquellos que necesitan apoyo financiero adicional para satisfacer sus necesidades básicas y mejorar su calidad de vida.