En un tenso ambiente judicial, la Sala de Audiencias del Tribunal de Distrito del Sur de Texas, bajo la direcciĆ³n del juez federal Drew Tipton, presenciĆ³ una segunda jornada de deliberaciones en torno al controvertido programa de parole humanitario. En esta ocasiĆ³n, el programa se encuentra en el centro de un debate desafiante, ya que una veintena de estados republicanos busca su cese inmediato.
A lo largo de la audiencia, los abogados del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) presentaron una sĆ³lida defensa en respuesta a una pregunta clave planteada por el juez Tipton. La pregunta se centrĆ³ en si la condiciĆ³n de vivir en la pobreza es el Ćŗnico factor determinante para otorgar visas humanitarias a ciudadanos provenientes de paĆses como Cuba, Nicaragua, Venezuela y HaitĆ. Mientras tanto, los demandantes -representando a los estados republicanos- se encontraron bajo el escrutinio del juez debido a sus alegaciones de pĆ©rdidas econĆ³micas, las cuales aĆŗn carecen de respaldo concreto en tĆ©rminos de datos. Sin embargo, la noticia alentadora radica en la decisiĆ³n del juez de no imponer una suspensiĆ³n temporal al programa de parole mientras se espera la decisiĆ³n final.
El juez planteĆ³ una cuestiĆ³n directa y provocadora: Ā«ĀæPuede la pobreza ser el Ćŗnico pasaporte al programa migratorio bajo la administraciĆ³n de Joe Biden?Ā» Esta pregunta se dirigiĆ³ a la defensa luego de escuchar las preocupaciones expresadas por los estados republicanos, quienes estĆ”n buscando poner fin al programa debido a su percepciĆ³n de amplitud.
No hay aprobaciones masivas
Los representantes de estos estados han argumentado que el alto nĆŗmero de inmigrantes que reciben permisos humanitarios en Estados Unidos sugiere que se estĆ”n otorgando estos permisos de manera generalizada, en contravenciĆ³n de la ley que requiere un enfoque caso por caso.
En respuesta a estas preocupaciones, Elisa Fudin, abogada del Departamento de Justicia encargada de defender la posiciĆ³n de la administraciĆ³n Biden, sostuvo que el programa no opera bajo un criterio de aprobaciĆ³n masiva. InsistiĆ³ en que cada solicitud se evalĆŗa minuciosamente de manera individual.
AdemĆ”s, Fudin seƱalĆ³ que se han rechazado solicitudes de individuos que habĆan llegado a etapas avanzadas del proceso despuĆ©s de haber ingresado a Estados Unidos. Aunque las cifras exactas de rechazos no se revelaron, se hizo hincapiĆ© en que el programa ha ayudado a aliviar la presiĆ³n sobre los recursos y los agentes fronterizos en la lĆnea entre Estados Unidos y MĆ©xico.
El juez tambiĆ©n resaltĆ³ la necesidad de que los demandantes presenten pruebas concretas de las pĆ©rdidas millonarias que alegan estar sufriendo debido a la llegada masiva de migrantes bajo el programa de parole. Un programa que en 10 meses ha otorgado mĆ”s de 200 mil permisos de ingreso a Estados Unidos.
En esta lĆnea, el juez Tipton puso de relieve que, segĆŗn los datos disponibles, los estados republicanos han disminuido sus gastos en relaciĆ³n con las personas provenientes de estos paĆses durante los Ćŗltimos seis meses. Ā«ĀæCĆ³mo pueden afirmar que han experimentado pĆ©rdidas financieras considerables si los datos indican una disminuciĆ³n efectiva en el nĆŗmero de migrantes que llegan a Estados Unidos?Ā».
No hay suspensiĆ³n de momento
La incertidumbre rodea la decisiĆ³n final del juez. Aunque no emitiĆ³ una orden de suspensiĆ³n temporal del programa, tampoco ha emitido un veredicto definitivo sobre su legalidad. La resoluciĆ³n, que podrĆa demorar varios meses en conocerse, sin duda tendrĆ” un impacto significativo en el destino de miles de inmigrantes y en la direcciĆ³n de la polĆtica migratoria de la administraciĆ³n Biden.