Este miércoles el gobierno de México autorizó a 11 000 migrantes, detenidos en la ciudad fronteriza de Tapachula, a ir hacia otros estados. De ese modo se agilizarían sus trámites migratorios para continuar rumbo a Estados Unidos.
Los migrantes serán transportados en autobuses a los estados de Puebla, Estado de México, Colima, Hidalgo, Guerrero, Querétaro, Jalisco y Guanajuato. En esos sitios, según un documento del Instituto Nacional de Migración, tendrán que gestionar las visas para transitar por el territorio de ese país.
Luis Rey García Villagrán, al frente de una organización que apoya a los migrantes, declaró que es la primera vez que las autoridades federales dan una respuesta por escrito a una petición de movilidad humana.
Para el día 6 de junio estaba anunciada la salida de una enorme caravana de migrantes desde Tapachula, en el estado de Chiapas. Con esta medida el gobierno mexicano intenta desarticular la iniciativa.
Sin embargo, los indocumentados advirtieron que solo esperarán hasta el día sábado 5 de junio. De incumplirse la promesa del gobierno, saldrá la caravana como estaba previsto.
Una larga espera
Los 11 mil migrantes que esperan para continuar su camino hacia Estados Unidos, llevan casi tres meses en la ciudad de Tapachula, en el sur de México. La mayoría solo cuenta con el dinero que trajeron consigo, y las citas migratorias están planificadas para dentro de tres meses o más.
Las visas humanitarias permiten a los indocumentados continuar camino hacia el norte, sin los sobresaltos de ser interceptados por la policía.
Hace solo unos días un grupo de migrantes de cubanos que permanecen en esa urbe de Chiapas, exigieron que cesara la discriminación hacia ellos. Según afirman, los habitantes locales pretenden cobrarles el doble por la comida, alquileres de casa y pasajes de autobús.
Por su parte, las autoridades migratorias mexicanas informaron recientemente que redoblarán los esfuerzos para capturar a los implicados en el tráfico de personas por ese país.
Un comunicado del gobierno señala que el operativo “busca que las personas con una estancia irregular en México no pongan en riesgo su integridad o la de sus seres queridos, como se ha registrado en últimas fechas, derivado de diversos incidentes en los que han fallecido decenas de personas migrantes extranjeras”.
