Suman más de tres mil los migrantes cubanos que esperan en Tapachula, México, por un permiso de tránsito para llegar a la frontera sur de Estados Unidos. Contrario a lo que muchos pensaron, el flujo de personas que persigue el sueño americano por vías ilegales no se ha detenido.
Los cubanos esperan por dicha autorización, válida por 30 días, que emite el Instituto Mexicano de Inmigración. Solo así podrán atravesar la tierra azteca y llegar al límite con Estados Unidos. Aunque ellos mismos saben que las fronteras están cerradas, ahora más, tras las nuevas medidas dictadas por Joe Biden, persisten en su intento.
En caso de que los migrantes sean interceptados en México sin la mencionada autorización serán conducidos a la Estación Migratoria Siglo XXI. Luego, tras los trámites pertinentes, la mayoría es deportada a Cuba. Por cierto, en esa unidad temporal los detenidos pueden permanecer varios meses en condiciones precarias.
Riesgo de deportación desde ambos países
Los cubanos que están en este caso corren riesgos por partida doble. ¿Por qué? Pueden ser deportados desde México o apenas crucen a suelo estadounidense. Muchos lo vendieron todo en Cuba para alcanzar el famoso sueño americano, sin embargo, ahora pudieran ser devueltos. Estarían obligados a comenzar desde cero en la Isla.
Si lograran entrar a Estados Unidos sin ser detenidos, permanecerían allá de forma ilegal porque no son elegibles para el Parole humanitario. Es una verdadera película que protagonizan cientos de familias cubanas, algunas ya estaban en tránsito, otras lo iniciaron hace pocos días.
La ciudad de Tapachula es una de las urbes que recibe a más migrantes de tránsito, de varios países, desde el año 2017. Las cifras registradas mensualmente en esa localidad han reafirmado la interminable crisis humanitaria.
Los migrantes cubanos y de otras naciones viven en las calles, duermen en las plazas públicas y deambulan por la ciudad. En muchos casos piden dinero para mantenerse en pie.